Marta Sánchez4 min lecturaNo hay palabras para definir lo que hace Alcaraz. Ya venía demostrando el gran nivel en el que está. Firmó un espectáculo increíble en los Juegos Olímpicos aunque se le escapó el oro ante un indomable Djokovic, ha sido el gran líder de España para llegar a la final de la Copa Davis y el de Europa en la Laver Cup, que conquistó hace un par de días. Pero es que no para.
En una final de auténtico infarto, Carlos Alcaraz ha conseguido derrotar al número uno del mundo, Jannik Sinner y llevarse la victoria del partido y del torneo. Y de qué manera, teniendo al público en vilo hasta el último suspiro y una mentalidad de auténtico 'killer'. El español vuelve a levantar un título con un resultado de 7-6, 4-6 y 6-7 y sigue batiendo récords.
El primer set comenzó tranquilo, cada uno con su servicio y con puntos 'fáciles'. Pero pronto Alcaraz tomó las riendas en un encuentro en el que Sinner no terminaba de demostrar su presencia. El español se sentía superior y empezó a jugar más enfocado al show de puntos, una ocasión que aprovechó Sinner para darle el toque de atención y despertar de su letargo. Fue necesario llegar al Tie Break para decidir quién daba el primer golpe, que fue el italiano tras forzar muchos errores del español.
El segundo set empezó con la debacle de Alcaraz, que empezaba a aflojar el nivel y a mostrarse ligeramente superado. Pero no dejaba que este se notara en el marcador y seguía de cerca de su rival. Al final fue capaz de darle la vuelta al resultado adverso y ganar el segundo set, llevando el partido a un tercer y definitivo set.
El tercero ha sido el más espectacular. Qué manera de pelear cada punto, sobre todo en los juegos finales. Sinner se imponía en los últimos compases pero el de El Palmar logró forzar el Tie Break para tener opciones. Y vaya si las ha tenido. Empezó este 'todo o nada' por detrás en el marcador, concretamente 3-0. Pero a partir de ahí dio una verdadera exhibición, aunque Jannik no se quedaba atrás. Puntos muy disputados que obligaban al público a levantarse. Y él mismo se creció, firmando un 3-7 definitivo que le coronaba como el ganador en Pekín.
Finalmente, y después de tres horas y media de partido, Carlos Alcaraz conseguía ese último punto al borde del infarto y se proclamaba campeón del ATP 500 de Pekín. Lo hace superando al vigente campeón de este torneo y consolida su revancha al italiano, que fue su verdugo en las semifinales del año pasado.
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El español suma cuatro títulos en las cinco finales de esta temporada, y aún tiene muchos retos por delante. El lunes ocupará la segunda posición del ranking ATP y ya piensa en el ser el mejor del mundo, mientras piensa en la Copa Davis.