La gira norteamericana de Alcaraz está siendo bastante ‘movida’ debido a los múltiples obstáculos que se va encontrando en su camino y que no dejan que llegue con tranquilidad al US Open.
Su nivel se ha visto bastante reducido en comparación con lo que se vio en Wimbledon debido a las circunstancias a las que se está enfrentando, sin embargo, su brillantez y forma de jugar nunca dejan de sorprender, ya que a sus 20 años y en pleno proceso de aprendizaje, el tenista siempre encuentra la forma de destacar y conseguir la victoria.
Alcaraz muestra que pese a todos los imprevistos que puedan surgir, siempre intentará buscar una solución para salirse con la suya, y que por muy complicada que se ponga la cosa, nunca tira la toalla, sino todo lo contrario. Esta es la imagen que ha podido verse en su debut en el Masters 1000 ATP de Cincinnati. El tenista murciano ha mostrado una excelente habilidad para sobrevivir a pesar de que su debut no comenzara de la mejor manera.
El tenista consiguió sumar su victoria número 50 de la temporada tras vencer al australiano Jordan Thompson, 29 años y nº 55 mundial, por 7-5, 4-6 y 6-3 en 3h.02' de partido. Este encuentro se vio afectado por la lluvia, lo que hizo que se descontara 22 minutos de parón cuando el marcador iba 1-1.
Durante ese tiempo, Alcaraz aprovechó para unirse al público en la ejecución de una ola mientras el agua comenzaba a mojar la pista haciendo que esta se volviera peligrosa para los deportistas. Sin embargo, pese a todo el inconveniente, el joven tenista no dudo en sacar sus fuerzas visualizando la victoria, y más aún tras haber sido derrotado en los cuartos de Toronto, ante Tommy Paul, con quien se reencontraría en Cincinnati este jueves, en octavos, siempre y cuando este ganara el partido previsto ante Ugo Humbert este miércoles.
Finalmente, llegada la una de la madrugada, Alcaraz pudo respirar tranquilo, después de una semana llena de problemas y desgastes donde los errores cometidos fueron más que visibles, de hecho, la victoria ante Thompson no era del todo previsible, sino más bien todo lo contrario.
Los nervios del tenista de 20 años eran bastante notorios en la pista, sobre todo cuando el marcador mostraba 4-2 y 5-2 para el primer set. Poco a poco, para sorpresa incluso del propio Alcaraz, consiguió plantarle cara a su rival casi por un golpe de suerte.
Aunque en esta cita se podría decir que Thompson fue el que controló prácticamente todo el juego, Alcaraz vuelve a mostrar su talento. Aunque en esta ocasión su rendimiento no fuera el ideal, simplemente con llegar a la final tendrá asegurado el título de número uno mundial.