Yassine Bono estuvo muy cerca de dejar ayer su portería a cero. Intentó llegar al gran lanzamiento de falta de
Sergio Canales con una estirada pero el balón acabaría entrando en su portero en el minuto 94 de partido. Pese a todo, el portero marroquí tan sólo ha encajado
12 goles en LaLiga en 21 partidos disputados, dejando su portería imbatida en once encuentros.
El '13' del
Sevilla Fútbol Club es el portero que más para de
LaLiga con hasta el 80% de los tiros que le hacen detenidos, pero no queda ahí,
@LaLigaenDirecto también otros datos que dan idea del nivel que ha adquirido Bono en Nervión, convirtiéndose en el portero de las cinco grandes ligas europeas que menos goles recibe por cada 90 minutos disputados (0,57 goles por cada 90 minutos).
Pero más allá de sus buenas paradas, como la que le hizo a
Tello para evitar el 2-1 al comienzo de la segunda parte, el portero sevillista también aporta al ataque nervionense, como demostró ayer en la jugada del segundo gol sevillista. De las botas de
Bono nació el tanto de
Munir, su saque de puerta lo convirtió su compatriota en una asistencia para batir a Bravo con un disparo cruzado.
Con esta asistencia, que además no es la primera de la temporada,
Bono ya suma dos, teniendo tan sólo por delante en su equipo con más pases de gol a
Marcos Acuña y
Ivan Rakitic, con tres. Y como bien recuerda
LaLiga, el portero del Sevilla FC iguala a otro guardameta, el israelí
Dudu Aouate como el cancerbero con más asistencias (3) en el siglo XXI.
Además, no hay que olvidar que incluso
Bono sabe lo que es marcar un gol con la camiseta del Sevilla Fútbol Club. Lo logró la temporada pasada en su visita a Pucela, cuando en el tiempo añadido subió a rematar un saque de esquina que acabó cayéndole en los pies y mandando al fondo de la portería del
Real Valladolid para salvar un empate.
Todo ello le ha llevado a
Bono a ser un jugador incuestionable para Julen Lopetegui, un fijo en la portería del
Sevilla Fútbol Club por su fiabilidad y seguridad desde que llegó a Nervión cedido por el
Girona, ganándose que Monchi lo comprará al final de su primera temporada y haciéndose el dueño de la portería primero con
Vaclik y ahora con
Dmitrovic como competencia.