Desde que explotó
Jules Koundé, y por aquellos penaltis en la recta final de la Europa League
, se habla bastante menos de Diego Carlos de lo que se debería. Si bien es cierto que fue
Yassine Bono quien salvó este sábado los puntos antes de la
SD Huesca, no es menos verdad que
hubiese resultado complicado hacer más de lo que hizo el central brasileño.
Diego Carlos
ocupó mucho terreno de juego,
anticipó bien,
salió con el balón jugado e incluso
probó el disparo a puerta. Su acierto de pase fue del
93 % y
ganó cuatro duelos aéreos. Además, realizó
un regate, en plena presión oscense, repleto de mérito y calidad. Su mapa de calor patente
su alta incidencia en el punto de penalti, par
a sacar los centros laterales de los dos buenos carrileros rivales,
Maffeo y Galán.
Sin embargo, el dato que muestra mejor su incidencia en el choque es el de
los despejes. Suyos fueron
11 de los 27 que realizó el Sevilla FC. Esto es, casi los mismos que todo
Huesca (15). Un auténtico muro y un central, además, que, por su
gran compatibilidad, suele ayudar también
a que Koundé brille.