Escudé, el poderío de su Sevilla, el gol de Puerta y la celebración en chándal en la feria

Escudé, el poderío de su Sevilla, el gol de Puerta y la celebración en chándal en la feria
Escudé, el poderío de su Sevilla, el gol de Puerta y la celebración en chándal en la feria. - F.R.
Fernando RuizFernando Ruiz 4 min lectura
Julien Escudé ha sido el último invitado de 'A balón parado' de SFC TV, donde el francés ha contado cómo fue su vuelta al club para ser el encargado de supervisar a todos los cedidos del primer equipo como 'loan manager' y ayudante de Monchi, aunque también ha recordado su etapa como futbolista del mejor Sevilla de la historia.

"Había una posibilidad de volver en un puesto nuevo, Monchi habló conmigo sobre esa posibilidad, había más candidatos, hablamos lo que podía ser y ahí se quedó", recuerda el exfutbolista, que tampoco olvidará la llamada posterior de Monchi: "Estaba en Madrid cuando me llamó, en un restaurante. Fue una gran ilusión porque en el Sevilla he conseguido mis mayores registros, he estado casi media vida futbolística aquí, ya hora podía volver y trabajar de la mano con Monchi para demostrar lo que puedo valer".

Pero mucho antes, como 14 años antes, recibió una primera llamada del director deportivo nervionense. "Monchi me llamó en 2005 y me preguntó si tenía ilusión por jugar en el Sevilla. Yo venía no de jugar en el Ajax pero me sentí muy cómodo desde el principio. Llegué en un periodo de mi carrera donde tenía que jugar, el Ajax no me daba la oportunidad y llego a un club familiar, con gente con ambición, yo llegaba de una mentalidad muy estricta, la escuela holandesa, a un fútbol más latino como es el Sevilla, me sentía a gusto y cuando te sientes así las cosas fluyen", reconoce el francés.

Y a los pocos meses de llegar, la final de Eindhoven, aunque antes, el mejor recuerdo de Escudé, la semifinal ante el Schalke: "Es una locura en todos los aspectos, futbolísticos, por la ciudad, por el fútbol español y para mí personalmente fue como una revancha. La semifinal contra el Schalke siempre será mi mejor recuerdo, el estadio bullía, la ciudad en Feria, en el campo me sentía poderoso, los compañeros nos mirábamos y sabíamos que eso no se escapaba... fue una explosión. No había otro que pudiera marcar, tenía que ser Antonio. Tenía una gran calidad técnica, sólo el gesto del disparo lo dice todo. Fue mi primer año en la Feria y la viví fuertemente, fui en chándal, vaya vergüenza. Luego vuelvo a Holanda para jugar en el campo del enemigo del Ajax, encima ganamos, fue muy emocionante".

La segunda temporada de Escudé fue la mejor de la cententaria historia del club hispalense: "El segundo año jugamos nuestro mejor fútbol. Manejábamos todos los aspectos del juego, defensivo y ofensivo, la lucha, el compañerismo, disfrutábamos de lo bonito del fútbol. Era un fútbol instintivo, había mucha verticalidad y velocidad, y sensación de fortaleza atrás. Con Javi me compenetraba muy bien, sabíamos qué iba a hacer el otro, nos acompañábamos. Juande Ramos lo decía muchas veces: 'Para marcar un gol hacen falta cinco segundos'. En Mallorca lo tuvimos muy cerca pero las circunstancias del fútbol...".

Se quedó con el balón de la Supercopa ante el Barça: "Jugábamos contra un Barça lleno de estrellas pero dominamos con un juego de equipo. Me pasó muchas veces en el campo del Sevilla, estaba para salir y sentía que no íbamos a perder, lo sabía cuando subía la escalera escuchando el himno, no se podía perder".