El
próximo día 6 de septiembre, la plantilla del Sevilla FC está citada para someterse a las habituales pruebas médicas y comenzar la pretemporada al día siguiente.
Ya sin Banega y Reguilón, aunque al lateral zurdo no se le da por perdido, al tiempo que
se negocia con el Girona la compra definitiva de Bono, está por ver qué sucederá con por medio mundo en la 19/20.
Semanas atrás,
el Milan ya quitó un problema de encima al ejecutar su opción de compra sobre Simin Kjaer, lo mismo que está obligado a hacer el
Atlético Mineiro con Arana en junio de 2021. Pero la lista es larga y, amén de
Carlos Fernández, sobre el que Lopetegui tendrá que decidir, con Benfica y Celta muy interesados en su fichaje, casi ninguno tiene sitio en el Sevilla FC de la 20/21.
Es el caso de
Ibrahim Amadou, que la pasada campaña, tras un comienzo alentador
en el Norwich City, se marchó en enero al Leganés tras jugar tan sólo 13 encuentros con el conjunto inglés, pero en esta segunda cesión no le fue mejor y apenas disputó
10 partidos con el cuadro pepinero.
Con contrato hasta 2022, en Nervión dan por hecho que será imposible recuperar la fuerte inversión realizada en 2018, con Caparrós al frente de la dirección deportiva, cuando
se pagaron 14,4 millones de euros por su fichaje al Lille. Y es en Francia donde el centrocampista camerunés, de 27 años, sigue manteniendo cierto cartel.
Así, según informa ‘Alsa Sports’,
el Estrasburgo sigue muy interesado en su contratación, aunque pretende que llegue libre o a muy bajo coste. Monchi tendrá que esforzarse para buscar la mejor solución. Y luego le esperan
Roque Mesa, Aleix Vidal, Corchia, Sergio Rico, Gnagnon.... Todos ellos, casos diferentes a los de los canteranos
Pozo o Bryan Gil, con ‘novias’ de sobra para volver a salir cedidos, estando el extremo zurdo de Barbate
muy cerca de hacerlo rumbo al Cádiz.