El
Sevilla estará el domingo en la primera
semifinal de su torneo, la
Europa League, del que es pentacampeón. El
Manchester United será el rival en la antesala de la lucha por otro título, aunque los de Lopetegui irán con la lección aprendida, después de sudar el pase ante los
Wolves, que resistieron
88 minutos e, incluso, desperdiciaron un
penalti en los compases iniciales. Con todo, el cuadro hispalense supo ser
paciente y no renunciar a su estilo, obteniendo
recompensa sobre la bocina merced a un testarazo de
Ocampos, el de casi siempre en otras competiciones, que se estrenó en UEL cuando más falta hacía a los suyos.
Arrancó con ímpetu el
Wolverhampton, que encontró antes del primer minuto la
conexión entre
Adama Traoré y
Raúl Jiménez: centro desde la línea de fondo del ex culé y cabezazo del otrora colchonero a las manos de
Bono. No es que los nervionenses regalaran el balón, pero lo cierto es que la escuadra de Nuno
apretaba y llegaba al área blanquirroja. Como en la falta colgada por
Moutinho que remató alto, de manera poco ortodoxa,
Dendoncker. El Sevilla trataba de subir la
intensidad y la
velocidad de circulación de la pelota para
equilibrar las sensaciones, al tiempo que su oponente buscaba el
contragolpe en cuanto veía la posibilidad.
A los once minutos,
Adama se va de todos en carrera e ingresa en el
área, siendo derribado claramente por
Diego Carlos. Bono, de forma
magistral, adivina el lanzamiento de Raúl Jiménez para evitar empezar por debajo en el marcador, una
reacción que confirmaría a renglón seguido
Suso, con un zurdazo que hubo de desviar abajo
Rui Patrício. Respiro enorme para los hispalenses, que sufrían con las
arrancadas del delantero de origen maliense, pero internacional con
España en categorías inferiores.
Pero los blanquirrojos
habían despertado ya a estas alturas, el ecuador del primer tiempo, con dominio absoluto del esférico, buscando las alas y con
En-Nesyri probando de cabeza las aptitudes de la zaga naranja y negra. En el 24,
Doherty evitó que
Ocampos remachara en el segundo palo un servicio de Suso. El marroquí, recibiendo de nuevo del gaditano,
cruzó en exceso a continuación. Los
Wolves se defendían con tino, especialmente
por alto, gracias al trío de centrales, lo que no era óbice para que los nervionenses colgaran infinidad de balones en busca de sus atacantes. Además, Traoré tenía una
vigilancia más cercana para evitar que 'despegara'.
A ocho del intermedio,
Ocampos no pudo darle la
rosca deseada a su intento desde el vértice, que merodeó, de todas formas, el
poste, reafirmando que el Sevilla acababa la mitad inicial con
sensaciones mucho mejores. Así,
Koundé pudo en el 41 con
Raúl Jiménez, que pensaba emular a su compañero de vanguardia echándosela en largo, mientras que
Jordán obligó al meta luso a emplearse a fondo de nuevo con un
chutazo lejano. Fue lo último reseñable antes del asueto, al que se llegó con
igualdad en el marcador, tras las
alternativas que deparó el juego.
En la reanudación, los de Lopetegui arrancaron con
una marcha más, apretando arriba a su oponente para dificultar su salida, lo que originó varias
aproximaciones con peligro, con Suso y Ocampos como maestros de ceremonias. Atrás, la
anticipación y, de nuevo, la
intensidad mantenían a raya a los Wolves. En el 55, Joan Jordán pidió
penalti, tras varios recortes en el área, por manos de Rúben
Neves, pero el luso despejó con la pierna antes de que el balón le rebotara en el brazo de manera
involuntaria.
Dendoncker, al filo del cuarto de hora de esta fase, evitó que el propio Jordán aprovechara a
bocajarro un pase atrás de Ocampos, que había recibido un pase filtrado de
Navas. Se sentía más
cómodo el Sevilla en la zona
trascendente, aunque su oponente seguía
conteniendo con muchos efectivos y un plus de concentración.
En-Nesyri, a trompicones, la tuvo a continuación, aunque su remate flojo no puso en apuros serios a
Rui Patrício.
Koundé, que cabeceó arriba un servicio de
Suso, anduvo también
cerca.
Llegaba el cuarto de hora decisivo, con los blanquirrojos volcados a la desesperada y los ingleses tratando de volver a enganchar una contra, pertrechados en su área.
Banega, en el 76, forzó una
falta en el semicírculo que él mismo lanzó para que
Patrício se luciera con una
estirada para mandarla a córner. El balón parado seguía siendo la arma recurrente de los nervionenses, pese a que los Wolves parecían defenderlos con holgura. Apenas quedaba
margen de maniobra, aunque ninguno renunciaba a su planteamiento.
La
perseverancia tuvo premio para el Sevilla a dos del epílogo:
Suso saca rápido un córner para que
Banega la ponga al corazón del área y
Ocampos peine al segundo palo, sorprendiendo al meta de los británicos. Era el
primer tanto en competición europea este curso del argentino, que se ha hartado de ver puerta en Liga y Copa, pero que se guardó el
golpe maestro para el mejor momento,
desatascando el duelo de cuartos para volver a poner a su equipos a dos partidos de un nuevo título de la UEL. El Manchester United, este domingo, y Shakhtar o Inter, los escollos finales.
FICHA TÉCNICA.-Wolverhampton: Rui Patrício; Boly, Coady, Saïss; Doherty, Dendoncker, Moutinho (Neto 71'), Neves, Vinagre; Adama Traoré (Diogo Jota 79') y Raúl Jiménez.
Sevilla FC: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón; Fernando, Banega, Joan Jordán (Franco Vázquez 85'); Suso (Munir 89'), Ocampos y En-Nesyri (De Jong 85').
Árbitro: Daniele Orsato (italiano). Amarillas al británico Saïss y al nervionense Diego Carlos.
Gol: 1-0 (88') Ocampos.
Incidencias: Encuentro disputado a puerta cerrada en el DSV Arena de Duisburgo (Alemania).