Una de las categorías que no reanudará lo que resta de su temporada es la Tercera División. En el Grupo X se encuentra el Sevilla C, entrenado por Lolo Rosano, que ha finalizado en una meritoria sexta posición con 51 puntos a solo un punto de la promoción de ascenso que marca el Utrera. El entrenador del segundo filial sevillista hizo balance de lo que ha sido esta temporada para ellos en los medios oficiales del club y lamentó que la campaña finalizase de esta forma.
"Lamentablemente por fuerza mayor hemos tenido que parar, pero ahora es importante mirar otros aspectos de la vida y tenemos que ganar otro partido que es más importante que el fútbol. Estamos tristes porque veníamos de una dinámica muy positiva, casi tres meses sin perder y con buena imagen, pero nos tenemos que quedar con el trabajo de los chavales, que han crecido mucho", argumentó.
Pese a las variaciones habituales que suelen tener los equipos filiales, el técnico sevillista admitió que desde un principio, todas las piezas encajaron correctamente. "Al final coges a un equipo en pretemporada que casi siguen siendo juveniles y la categoría es muy complicada, con jugadores que han pasado por categorías superiores. La línea ha sido ascendente y me quedo con eso porque se han adaptado muy bien. Les inculcas que todo depende del proceso madurativo que tengan. Desde el primer día les dijimos que sería complicado, han aprendido de lo que se sufrió el año pasado y han comprendido que en esta categoría se puede pasar mal. Lo hemos afrontado con competitividad y eso nos ha dado estos números", señaló.
Sobre el equipo que le ha tocado dirigir en este ejercicio, destacó su madurez. "Es verdad que este grupo es bastante especial. Todos los años no te toca un equipo tan maduro y han estado involucrados. Se nota en el día a día porque tú muchas veces eres un profesor pero este equipo ha sabido manejarse en situaciones que al cuerpo técnico nos ha sorprendido. Suma todo. Una camada del juvenil con buen nivel, jugadores firmados que nos han dado muchísimo y otros que repetían del año anterior que venían con ese respeto tras haber sufrido mucho. Esa mezcla ha hecho que nos adaptásemos rápido y que el campazo que tenemos en la ciudad deportiva es el mejor medio que hay para demostrar qué equipo somos. En otros campos de la categoría es diferente, pero en la ciudad deportiva no hay excusa".
Por último subrayó al factor campo como una pieza fundamental dentro del buen rendimiento del segundo filial nervionense. "El último fue mi primer partido con el equipo contra el Puente Genil. A partir de ahí competimos de otra manera, recibiendo al Betis Deportivo o al Utrera, pero pensábamos que la buena dinámica del equipo en la categoría pasaba por los partidos de casa. Fuera es mucho más complicado y todo pasaba por amarrar todos los puntos en casa y estamos muy contentos, porque los chavales se han promocionado bien. Como dije tras el último partido, tenemos que estar muy tranquilos en el club porque tenemos jugadores ahí que nos pueden dar mucho en el futuro", concluyó.