El de Júlio César Clemente
Baptista es un caso peculiar dentro del mundo del fútbol. En el verano de 2003, Monchi cerró con el Sao Paulo por un montante de tres millones de euros el fichaje de un centrocampista. Fue una operación de esas que suelen aparecer en prensa como el típico 'el Sevilla ficha músculo'. Y tanto que lo hizo. Fichó una
'Bestia', con una capacidad física tan descomunal que Joaquín
Caparrós vio un desperdicio ponerle 'sólo' a recuperar balones. El utrerano, técnico al que el brasileño estará eternamente agradecido, vio en él al receptor ideal para el juego directo y Baptista le respondió con
50 goles en sólo dos temporadas antes de irse por 20 millones al Real Madrid, con la
espinita, eso sí, de no haberle dado tiempo a tocar plata.
Ahora, ya como entrenador, elogia y admira a la nueva 'Bestia' nervionense, su compatriota
Diego Carlos Santos. "Tiene una capacidad física increíble", señaló entre risas de admiración sobre el central, un Baptista que se deshace en elogios hacia el equipo que dirige
Julen Lopetegui: "Estamos viendo un Sevilla súper bien, me alegro por la transición y por lo que viene consiguiendo el Sevilla en estos años", añadió el brasileño en una entrevista en
Canal Sur Radio, en la que aseguró que ve a los blanquirrojos
preparados para conservar el tercer puesto en este atípico y extraño final de LaLiga.
"El Sevilla tiene una
plantilla muy compensada, muy buena y lo que veo es que la competición va a ser diferente, muy comprimida. Los equipos jugando cada tres días, dependerá del equipo que tenga una plantilla más amplia y con un trabajo de base muy bien hecho. Serán esos equipos los que menos tengan problemas", auguró de cara a las once últimas jornadas de esta 2019/2020 marcada por la pandemia mundial del coronavirus.
Baptista asegura que sigue celebrando como
un sevillista más cada uno de los éxitos del equipo y, aunque sabe que el dinero recaudado por su venta y la de Sergio Ramos fue clave para proyectar el 'Sevilla de los títulos', sabe que estuvo muy cerca de vivir en primera persona esa gloria y admite que le queda esa frustración de no lograr ningún título. "Podríamos decir que soy de los primeros que llegó. Llegó
primero Alves, luego yo. Las apuestas empezaron ahí, los primeros brasileños en llegar para ayudar al proyecto del Sevilla a consolidarse como un
grande en Europa. No tuve la fortuna de conseguir un título, pero creo que lo más importante es la
huella que se acaba dejando. Ayudé a iniciar ese proceso y espero que los sevillistas me tengan en mente por el gol que conseguí y que dio el primer pasaje a la UEFA", señaló sobre el tanto que dio el billete continental en la 03/04 y que
acabó con nueve años de ausencias en competiciones europeas.
Y es que, sin saberlo,
el Sevilla había comprado gol, mucho gol. Baptista, agradecido, le da todo el mérito a Caparrós: "
Joaquín tuvo valor para visualizar y ver que podía desempeñar un papel mejor que el de mediocentro defensivo, que era mi posición, y poder actuar como mediapunta, la
posición que me ha hecho conocido en el fútbol mundial.
Me ayudó mucho y crecí porque me dio conocimientos que no tenía y se lo agradezco mucho". "Es el
entrenador que más me ha marcado, porque el que me cambió de posición e hizo que tuviera más rendimiento fue Caparrós. Eso es lo más difícil y Joaquín lo ha hecho", añadió.
En este sentido, aseguró que una clara prueba de la valía y la valentía que caracterizan a Caparrós es que haya aceptado ser el seleccionador de
Armenia en estos momentos. "Un entrenador tiene varios momentos en su etapa profesional. Imagino que ha cumplido muchos retos aquí en España y ahora querrá
vivir retos diferentes como entrenador, experimentar otras cosas, en otro país y en otra cultura".