La vida de
Simon Kjaer ha dado un giro radical desde el pasado mes de enero. Sin sitio en el Sevilla de Lopetegui, el central se marchó el pasado verano al
Atalanta en busca de minutos, en un equipo de
Champions, para llegar en buena forma a la Eurocopa del próximo verano con su selección, de la cual es capitán. Pero Gasperini apenas contó con él, al igual que con
Arana, también cedido por el Sevilla FC, y tanto el danés como el brasileño tuvieron que hacer las maletas:
al Milan y el Atlético Mieniro, respectivamente.
En San Siro, Kjaer ha encontrado el lugar perfecto para reconducir su carrera. A sus 30 años y después de haber participando en tan sólo cinco encuentros en media temporada con el conjunto de Bérgamo, el defensor nórdico se ha convertido en
un bastión de la zaga 'rossonera' desde que aterrizó y ya ha disputado siete encuentros, cuatro en la Serie A y tres en la Coppa, incluida la ida de la semifinal ante la Juventus (1-1); todos como titular, si bien en el último ante el Torino, el pasado lunes, se tuvo que retirar tocado poco antes del descanso.
El jugador propiedad del Sevilla, con el que tiene
contrato hasta 2021, padece un problema en los flexores del muslo izquierdo y está
pendiente de una resonancia magnética para conocer el alcance exacto de la lesión, si bien se da por hecho que tendrá muy difícil llegar al duelo ante la Fiorentina de este fin de semana.
Sin duda, se trata de una baja de peso para
Stefano Pioli, que ha confiando en él por delante de
Musacchio, también lesionado ahora. Pero esto no afectará a los planes futuros del Milan con Kjaer. Y es que, desde Italia aseguran que el club 'rossonero'
ya piensa en ejercer la opción de compra pactada con el Sevilla FC el pasado enero.
La misma asciende a
2,5 millones de euros, una cantidad más que asequible para la entidad de San Siro. En Nervión, por su parte, recuperarían así una mínima parte de los 13,1 millones invertidos en 2017 por el central, que actualmente está
valorado en 6,5 kilos por la web especializada Transfermarkt.