Otra vez el
Espanyol. Puede resultar paradójico, pero en los últimos años, cada vez que el
Sevilla atraviesa una complicada situación o empieza una nueva etapa, el equipo catalán aparece en el horizonte.
En su momento era uno de los rivales más complicados que se le podían presentar, no en vano era el que estaba justo por delante de los de Nervión en la clasificación histórica de
LaLiga, pero desde hace unos años, el equipo 'perico' se ha convertido en la solución a cualquier atisbo de crisis. En
Cornellá, el Sevilla suma 8 trinfos en las últimas 13 visitas, unos números similares a los que se ven en el
Sánchez-Pizjuán, donde los 'pericos' no ganan desde la 10/11 y los sevillistas suman seis victorias y dos empates en los últimos ocho encuentros.
Sin embargo, no son tanto los números sino en el momento en que se logran, como fue el caso de un
Unai Emery, al que una victoria en Cornellá (1-3), en noviembre de 2013,
le salvó de una situación límite antes de convertirse en historia de este club.
Incluso el nefasto Vincenzo
Montella, hace dos campañas,
lograba su primer triunfo en LaLiga ante los 'periquitos' después de haber perdido ante Real Betis y Alavés sus dos primeros encuentros.
O el propio Joaquín
Caparrós sustituyó a Pablo Machín con un duelo ante los espanyolistas la pasada temporada y
frenó la crisis con una victoria mínima, con un gol de penalti de Ben Yedder, a domicilio.
El del utrerano no es el único 'debut', pues el propio
Lopetegui dirigió al Sevilla por primera vez en partido oficial en Cornellá, en el duelo de la primera vuelta que ganó por 0-2 el 18 de agosto. O
Sampaoli, que vivió su primer partido liguero en
aquel espectacular 6-4 en el Sánchez Pizjuán, preludio de la gran temporada que se avecinaba.
El
Espanyol vuelve a aparecer, una vez más, en un momento delicado, en el que el
Sevilla necesita ganar para acabar con cualquier atisbo de crisis antes de encarar el regreso a Europa.