La solidez que demostró el equipo de
Lopetegui hasta finales de 2019, su eficacia y el rendimiento de jugadores como Diego Carlos, Fernando u Ocampos presagiaban una temporada triunfal para un equipo que en el último mes se ha caído, ha perdido toda su fiabilidad y, con ella, la plaza
Champions que ostentaba tras la derrota ante el
Celta de Vigo en Balaídos del pasado domingo (2-1).
En las últimas semanas, la trayectoria del actual
Sevilla estaba calcando la de su antecesor, un Pablo Machín que a estas alturas del campeonato mantenía al equipo en cuarta posición, pero, eso sí, con dos puntos menos que los actuales 39. Sólo
F.C. Barcelona, Real Madrid y Atlético superaban al cuadro sevillista el pasado curso superada la jornada 23 de Liga.
Las buenas sensaciones salvaban al de Asteasu este curso de las temidas comparaciones, pero éstas también han ido desapareciendo y el equipo apenas ha sumado cinco triunfos en los últimos 13 encuentros oficiales, como recuerda el perfil especializado en estadísticas
@LaLigaenDirecto, dos de ellos ante rivales de menor entidad como Bergantiños y Escobedo en
Copa del Rey.
Esta mala racha se ha agravado con
el comienzo del 2020, en el que los de Nervión sólo han conseguido sumar tres triunfos, dos en Liga y el mencionado ante el Escobedo en el
Torneo del K.O., dos empates,
Athletic (1-1) y Alavés (1-1), y tres derrotas, entre las que se encuentra la vergonzosa eliminación copera ante el
Mirandés 3-1, además de las infligidas por el Real Madrid en el Bernabéu y la del pasado domingo en Balaídos (2-1).
Se da la curiosa circunstancia de que hace ahora justo un año, con Machín al frente, el Sevilla sufrió una dura derrota ante el cuadro vigués, que llegaba a la cita como lo hacía el de
Óscar García en esta, necesitado y con urgencias. Un mes después, y sin capacidad para hacer reaccionar al equipo, Machín acabó destituido y relevado en el cargo por
Joaquín Caparrós. Ahora, Lopetegui tiene la difícil tarea de encontrar de una vez por todas la tecla con la que hacer funcionar al equipo y recuperar el nivel exhibido en la primera parte de la temporada.