El 'loan manager' del
Sevilla Fútbol Club, Julien Escudé, tiene mucho trabajo por delante en las tres próximas temporadas. El que fuera central, que levantó seis títulos como futbolista nervionense, volvió el pasado verano a
Eduardo Dato para sumarse al área deportiva que comanda
Monchi como responsable de los jugadores cedidos. Y no son pocos. En concreto, Escudé tiene que estar constantemente viajando para seguir al detalle cómo les va a los 12 futbolistas que los blanquirrojos tienen prestados esta temporada. Y es justo ahí, en este elevadísimo número de jugadores bajo su vigilancia, donde reside el primer gran reto del de
Chartres en su regreso a casa: deberá reducirlo a la mitad de aquí a tres temporadas.
El motivo es que la FIFA quiere poner límites a esos clubes que abusan de una práctica que está alcanzado cifras excesivas. Sin ir más lejos, en esta 2019/2020, las cesiones han superado a los traspasos en los campeonatos de España, Italia e Inglaterra por primera vez en la historia.
Para combatir esto, una de las medidas adoptadas por la Comisión de Grupos de Interés del Fútbol de la FIFA, y ratificada por el Consejo del máximo ente internacional, es reducir a ocho el máximo de jugadores de más de 22 años que un club podrá ceder o tener cedidos en la 2021/2022. Ya a partir de la 21/22, el límite será de siete futbolistas para llegar a un máximo de seis operaciones desde la 22/23 en adelante.
El actual
Sevilla es, junto con el
Manchester City, el Chelsea y la Juventus, uno de los clubes que más préstamos tiene cerrados a día de hoy; ya que a los 12 que salieron del
Sánchez-Pizjuán para buscar los minutos que no les garantizaba
Julen Lopetegui, se une Sergio Reguilón. Y es que el lateral izquierdo pertenece al
Real Madrid, aunque vestirá de blanquirrojo hasta el 30 de junio.
Además, de estos 13 jugadores, la nueva norma que impondrá la
FIFA afecta a 12 de ellos; es decir, a todos menos al último en salir, que es
Alejandro Pozo. El extremo de Huévar, que va a militar hasta final de curso en el
Mallorca, tiene sólo 20 años y, por lo tanto, esa normativa sólo le afectaría a partir de la 22/23.
Simon Kjaer (Milan), Aleix Vidal (Alavés) y Roque Mesa (Leganés) ya superan la treintena; barrera que están a punto de alcanzar
Sébastien Corchia (Espanyol) o Luis Fernado Muriel, quien en teoría está jugando cedido en el
Atalanta, que tiene obligación de compra, por lo que desde un punto de vista más práctico es más bien un traspaso. Más de 25 tienen también
Sergio Rico (PSG) e Ibrahim Amadou (en el Norwich). Por último, también tienen más de 22
Juan Soriano (Leganés), Guilherme Arana (a punto de ir al Atlético Mineiro), Joris Gnagnon (en el Rennes) y Carlos Fernández (que está en el Granada).La principal labor de
Escudé, por lo tanto, será hacer una criba; pues aunque a los menores de
22 aún podrá seguir buscándoles un club en el que poder foguearse, con los mayores de esa edad tendrá que ser bastante más exigente. Y es que esta norma hará que los clubes sean receptivos a vender a la baja a esos ya veteranos que no tienen sitio -aun perdiéndoles dinero- para dejar cedidos sólo a los que demuestren que merecen volver o que tengan mucho mercado y puedan ser rentables.
Una revolución en la que ya trabaja Escudé.