Al ataque del
Sevilla FC le está faltando gol, en este arranque de temporada, y el pasado verano se le fue mucho, por lo que resulta lógico que muchos aficionados nervionenses se estén acordando de
Pablo Sarabia (marcó 23 y regaló 17 en la 18/19) y
Wissam Ben Yedder (30 y 11).
Retener a ambos era realmente complicado, dado que tenían pensado irse y que en el caso de madrileño apareció un gigante de Europa, el
PSG, contra el que iba a ser imposible competir, económicamente hablando.
Monchi, sin embargo, ha dicho en
Marca que fue más
una decisión del club nervionense, ante la necesidad de cuadrar las cuentas: "El
no estar en Champions lastraba la planificación en una cantidad importante. A nosotros, el 1 de julio, el coste de la plantilla de aquel momento estaba
60 millones por encima de lo que ingresábamos para plantilla. Los ingresos del Sevilla son X, quita los gastos de explotación, lo que te queda es para la plantilla.
Faltaban 60 millones, que es lo que te puede dar la Champions.
Por eso están las ventas de Pablo y Wissam. La de Pablo se hace primero y después
esperamos para ver si con la salida de otros jugadores podíamos paliar la no venta de Wissam. Cuando nos damos cuenta de que no es posible, tiene que salir Wissam. No es que yo me he vuelto loco y he perdido la noción del tiempo y no me he dado cuenta de que los jugadores que metían más goles eran Pablo Sarabia y Ben Yedder. Cuando tienes que generar plusvalías, tienes que hacerlo con los que las generan.
No era una opción, era una obligación".
Así las cosas, Ben Yedder, a quien se le habían cerrado la muchas puertas y al que le quedaban sólo dos aós de contrato y tenía poca intención de renovar, acabó marchándose a un AS Monaco en el que lucha por no descender, aunque incluso en ese contexto sigue haciendo goles: lleva seis en siete partidos,
uno cada 79 minutos.