El
Sevilla FC, que el domingo cerrará la octava jornada en el Camp Nou,
sólo ha puntuado en tres de los dieciocho partidos de Liga que ha jugado en lo que va de siglo XXI en el estadio del Barcelona, contra el que ha perdido de forma consecutiva en sus nueve últimas visitas.
La última victoria liguera del Sevilla en el Camp Nou data de diciembre de
2002, cuando el equipo dirigido entonces
por Joaquín Caparrós goleó por 0-3 al Barcelona, gracias a un tanto de penalti de
Javi Casquero y a un doblete del argentino
Mariano Toedtli.
La temporada siguiente, los sevillistas empataron a uno en el campo del Barça
(marcaron Reyes y Ronaldinho) y lograron otra igualada en la campaña 2011-12, esta vez a cero y gracias a una actuación estelar de su portero Javi Varas, que paró un penalti a Leo Messi en el tiempo de prolongación.
Desde entonces, el Sevilla encadena siete derrotas ligueras consecutivas en un estadio donde, además, también cayó eliminado de la pasada edición de la Copa del Rey, al caer 6-1, y certificó su derrota en la Supercopa de 2016, cuando el 3-0 de la vuelta se sumó en el global al 0-2 logrado por el Barcelona en el Sánchez-Pizjuán.
El balance global de los 75 duelos ligueros que estos dos conjuntos han dirimido en la Ciudad Condal es abrumadoramente favorable al Barcelona, que ha ganado 58 de estos partidos (78%), frente a las 6 victorias sevillistas (8%) y los 11 empates habidos (14%).
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