El
Sevilla FC está a la espera de conocer el próximo 24 de septiembre si el
Ramón Sánchez-Pizjuán, finalmente, albergará o no la
final de la Europa League en 2021, para lo que presentó una candidatura que en este tramo final compite exclusivamente con el
Dinamo Arena de Tiflis (Georgia).
En un primer momento estaba previsto que la decisión se tomara en
Bakú, sede de la final 2019, el día antes de la celebración de la misma; es decir, el pasado 29 de mayo; aunque finalmente se retrasó hasta septiembre, ganando tiempo así el club de
Nervión, que trabaja en las obras de remodelación de la tribuna de preferencia para adecuar el
Sánchez-Pizjuán a las exigencias de la
UEFA.
Para ello, el club ha trasladado todas las oficinas de la entidad al
estadio Jesús Navas, en la ciudad deportiva, ante la imposibilidad de la
UEFA a que se hagan obras de gran envergadura durante el último año, una vez anunciada la sede.
Pero la candidatura sevillista no depende exclusivamente de la adecuación del
Sánchez-Pizjuán, que avanza a buen ritmo. La decisión del comité ejecutivo que se reunirá el próximo día 24 en
Ljubljana (Eslovenia) tendrá en consideración, también, muchas otras aristas, como, por ejemplo,
el estado del Aeropuerto de San Pablo, que también está inmerso en una amplia remodelación que permitirá al aeródromo hispalense disponer de la pista mejor equipada de España, entre muchas otras cosas.
Es por ello, sin ir más lejos, que el
Sevilla FC y
Aena vayan de la mano para conseguir la
ansiada final, habiéndose llevado a cabo la pasada semana una reunión entre las partes con el objetivo de conocer el club blanquirrojo cómo avanzaban las obras a escasas fechas de que se tome la ansiada decisión.
Las
obras de San Pablo se desarrollarán a lo largo de siete fases que, por el momento, ya han puesto en servicio una
nueva terminal para aviación privada (clave para los jets) y un nuevo control de seguridad con el que se ha ganado 400 metros cuadrados tras una inversión de
2,1 millones de euros. Entre los grandes objetivos está enmarcado también que San Pablo reciba sus primeros vuelos intercontinentales (ya se está tramitando la
conexión Sevilla-Nueva York).
Es decir, un punto a favor con el que el
Sevilla FC cuenta y del que espera que sea importante a la hora de sumar argumentos ante su competidor, el
Dinamo Arena de Tiflis (Georgia), que recientemente ha sido cerrado un partido por
"conducta racista" de los aficionados georgianos durante un partido de la segunda ronda clasificatoria de la
Europa League.