Monchi no se va a encontrar en su regreso al Sevilla FC
el mismo problema que limitó los movimientos de Joaquín
Caparrós en el mercado cuando éste accedió al cargo de director de fútbol. Y es que el utrerano tuvo que rechazar, entre otros muchos, el ofrecimiento del mexicano
Diego Reyes por no contar con
ninguna plaza de extracomunitario libre en la plantilla.
Las tres taquillas destinadas a los jugadores sin pasaporte europeo estaban ocupadas por
Guilherme Arana, a quien Caparrós concedió otra oportunidad, una vez que regresó de las vacaciones visiblemente más delgado;
Paulo Henrique Ganso, a quien el club fue incapaz de colocar hasta sonó la flauta el 31 de agosto; y un
Luis Muriel por el que tampoco llegaron propuestas de verdad.
Para planificar la 19/20, en cambio,
Monchi podrá contar con dos, seguro,
e incluso las tres fichas de extracomunitarios para acudir a mercados como
el brasileño o el argentino, si lo estimase oportuno, pues Ganso se acabó desvinculando en enero y la Fiorentina tiene previsto quedarse en propiedad con el atacante cafetero, siendo bastante probable, además, que el isleño termine colocando a un Arana que, definitivamente, no ha mostrado en Nervión lo que prometía.
Y la cuestión es saber si Monchi gastará o no esas balas, teniendo en cuenta que
la importancia de los extracomunitarios en los equipos ha decaído muchísimo desde que entrase la
Ley Bosman. Así las cosas, en Nervión han pasado de tener en los años 90 a
Davor Suker, Iván Zamorano y Pablo Bengoechea como extranjeros, a contar, sin ir muy lejos, con
Mariano Ferreira, Walter Montoya y el propio Ganso.
Resulta complicado, de hecho, encontrar
un extracomunitario que haya marcado las diferencias en el Sánchez-Pizjuán en los últimos años. Al margen de
Carlos Bacca, quizás
Gary Medel. El resto (Cáceres, Cicinho, Mariano, Kiyotake, Montoya, Ganso, Arana o Muriel) no sobresalió.
El curioso caso de Gaby MercadoEn la 16/17, Monchi
se interesó por Mercado, sin pasaporte, pese a que el club ya tenía ocupadas las fichas reglamentarias con Mariano, Kiyotake y Ganso. ¿El motivo? El de San Fernando tenía controlado que
la mujer del bravo zaguero argentino es española y que, por tanto, él podía convertirse de manera automática en
comunitario B. Así, el Sevilla pudo tener cuatro 'extranjeros' aquella campaña en su plantilla.