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Sevilla volvió ayer al trabajo con el objetivo de olvidar el traspiés en el estreno liguero ante el Espanyol, centrado ya en su 'final' de mañana martes contra el
Estambul Basaksehir en la vuelta de la última ronda previa de la Liga de Campeones, tal y como reconoció Pablo Sarabia tras el encuentro ante el conjunto perico: “Es una final, sabemos que nos jugamos el objetivo de poder estar en Champions, que es lo que todos queremos y deseamos. Creo que va a salir bien, vamos a ir a por todas y vamos a ganar ese partido”.
El equipo del 'Toto' Berizzo, prácticamente sin tiempo de digerir el sabor agrio que dejó su empate, está ya concienciado en
corregir los errores, sobre todo defensivos, cometidos ante el Espanyol.
“Agridulce porque el equipo quiere ganar todos los partidos y más ante nuestra gente. Hemos tenido situaciones para meter gol que no hemos aprovechado y ellos han estado muy ordenados todo el encuentro”, explica Sarabia, con quien coincide su compañero
Lenglet, goleador sevillista durante el partido: “Es un empate difícil, porque a dos minutos David se lesiona, quince minutos al final del partido una roja para Éver… Quisimos ganar, pero no se dio bien”.
Y es que para acabar de rematar la faena europea ante el Basaksehir, deberán mostrar una mayor pegada que ante el Espanyol.
“Desafortunadamente, de cara al gol no estuve lo más fino posible, pero me sentí bien físicamente”, reconoce el colombiano
Luis Muriel.