Para llegar a la cima, primero hay que sufrir lo indecible. Pasar muchas penurias y calamidades va en la sangre, o en el ADN, de cualquier equipo con una historia centenaria. En el mejor momento de su vida deportiva, el Sevilla no olvida los momentos que hicieron llorar a sus seguidores y recordó, por su cuenta oficial en la red social Twitter, el fatídico descenso en la temporada 1996/1997 en el Carlos Tartiere de Oviedo, donde cayó ante el conjunto asturiano.
Esta conmemoración hizo que el exsevillista Nico Olivera se mostrara orgulloso de su paso por el conjunto de Nervión y así lo manifestó a través de su cuenta personal. Aunque el ariete uruguayo no estuvo en aquella tarde de infausto recuerdo para la familia sevillista, sí que fue clave en la entidad, de la que formó parte durante cuatro temporadas, de 1998 a 2002, siendo partícipe en otro descenso, el de la campaña 1999/2000, y muy importante en el regreso a Primera que se produjo justo en el curso siguiente. El club le respondió con cariño, asegurando que en Nervión no se olvidan ni de sus goles ni de sus bailes.
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