Muchos aficionados lo veían como un futbolista totalmente válido para este
Sevilla, de hecho incluso preferían su permanencia en Nervión antes que la de
P.H. Ganso, pero no ha sido lo deportivo lo que ha llevado tanto al Sevilla como a
Kiyotake a acordar su salida del club apenas seis meses después de su llegada.
Ya lo comentaba ayer
Monchi en sala de prensa, la salida de
Kiyotakte "no se debe a un tema deportivo, es un tema también personal. El chico nos ha pedido su salida en el último mes por un
tema de adaptación y
familiar. Evidentemente teníamos también que defender los intereses del club y al final hemos conseguido defender los intereses del club y de la persona, no del jugador. En el caso de Kiyotake hemos atendido una demanda de la persona defendiendo los intereses del club", así lo explicaba el director deportivo nervionense, sin entrar en detalles.
Y es que el jugador no lo ha pasado nada bien en lo personal durante su estancia en
Sevilla. Comenzó siendo titular en la Supercopa de Europa, marcando ante el Espanyol en su estreno liguero pero poco a poco, se fue apagando y dejó de entrar en los planes de un exigente
Sampaoli. Ahora sabemos el porqué. Según informa
Muchodeporte, al poco de llegar a
Sevilla, el bebé de
Kiyotake fallecía y él optó por no decir nada. Sí lo sabían en el club, que respetó la decisión del jugador de no comentar nada al respecto.
Para colmo, su familia seguía en Japón y el jugador no se sentía tranquilo ni cómodo tan lejos de los suyos. Así que, al abrirse el mercado inveranal,
Kiyotake pidió a
Monchi que hiciera lo posible para volver a Japón, con su familia, ni a la Bundesliga, ni cedido en España, sólo quería volver a su país. El club ha defendido sus intereses y los del jugador, y el trapaso, según este medio, se ha cerrado en 5,5 millones, por lo que el Sevilla ha podido recuperar casi toda su inversión y Kiyotake puede volver a estar cerca de su familia.