Bacca, dispuesto a jugar sus cartas

Si a los sevillistas se les pregunta a qué delantero desearían para enero, la mayoría coincidirían en el regreso de Carlos Bacca, de cuya situación se encuentra muy pendiente el Sevilla por si existiera alguna opción de que llegara en enero, pues se le considera el refuerzo ideal para potenciar la delantera.

En Nervión conocen la dificultad, pero también que cuentan a su favor con la voluntad del futbolista, abierto a regresar al Ramón Sánchez-Pizjuán, un deseo impulsado por el de su familia de volver a la capital hispalense. Así las cosas, ESTADIO Deportivo ha podido saber que el ariete de Puerto Colombia ve con muy buenos ojos vivir una segunda etapa como nervionense, y así se lo habría comunicado a los rectores blanquirrojos, que, a partir de esta predisposición del ariete, esperan que las circunstancias se alineen a su favor.

Su agente, Sergio Barila, ha afirmado que Bacca es feliz como 'rossonero', pero la realidad parece ser distinta, no sintiéndose demasiado cómodo y valorando seriamente la posibilidad de salir en enero si el Milan se lo permitiera.

Sus desencuentros con Montella, su presencia en la 'Bombonera' contra el Valencia en lugar de seguir en directo a los suyos contra el Empoli y la amenaza de Lapadula de arrebatarle la titularidad generan ciertas esperanzas, si bien no quita que se trate de una empresa harto difícil. Cabe recordar que el Milan pagó 30 millones de euros al Sevilla hace dos veranos y que, independientemente de los roces con Montella, lo ha jugado prácticamente todo -ahora lleva dos partidos fuera por molestias-, por lo que cuesta creer que los 'rossoneri' estén abiertos a una cesión en la ventana invernal de transferencias, propósito del Sevilla.

Es ahí donde entraría en juego Carlos Bacca, que estaría dispuesto a presionar llegado el caso si realmente hubiera posibilidades de volver a la que fue su casa durante dos temporadas. Así, podría hablar con Montella para transmitirle su preferencia por el Pizjuán, y jugar de esa forma sus cartas de cara a su futuro inmediato. Monchi, mientras tanto, está al acecho.