Alvaro Arenillas4 min lecturaTal cual suena. La diferencia entre Tadej Pogacar y el resto de participantes de la Volta Ciclista a Catalunya es abismal. El esloveno está pasando por encima de todos y en la etapa reina de la ronda catalana no fue menos. Con otro ataque demoledor se coronó en la llegada a Queralt (Berga), y completó así su triplete de etapas de montaña para afianzar todavía más la victoria en la general.
Siendo una jornada de extrema dureza, ya que contaba con hasta cinco puertos de montaña y llegada en alto, Pogacar sólo necesitó uno de sus demoledores cambios de ritmo, a falta de 3 kilómetros para coronar la Collada de Sant Isidre y a unos 29 del final, para romper la carrera y cruzar la meta en solitario.
La exhibición del ciclista de UAE no empañó la actuación del colombiano Egan Bernal (Ineos Grenadiers), que terminó segundo y dio el salto al tercer puesto en la general (+4:53), y del alavés Mikel Landa (Soudal Quick-Step), que también cruzó la meta 47 segundos después que Pogacar y afianzó la segunda posición (+3:31).
En una fantástica etapa en la que todos sabían que estaban ante la última oportunidad para mejorar puestos en la clasificación general, otros de los nombres propios fue el de Enric Mas. El ciclista mallorquín del equipo Movistar buscó la épica y terminó cuarto sin alcanzar el podio, mientras que Sepp Kuss (Visma-Lease a Bike), se descolgó en el Pradell y sólo tuvo un efímero regreso al grupo de cabeza.
A la emoción de la carrera ayudó además la masiva asistencia de público. Tras más de 60 años sin albergar una etapa de la Volta, Berga recibió con una fiesta multitudinaria y familiar a sus ídolos, entre los que sobresale el estadounidense Sepp Kuss, un enamorado del Berguedà que ha conectado con la gente por su cercanía, hasta el punto de que se bautizan peñas con su nombre y las pastelerías le eligen como modelo para las monas de Pascua.
Más allá de tal circunstancia, los 154,7 kilómetros de la jornada, con hasta 4.085 metros de desnivel acumulado y cinco puertos, terminó dictando sentencia. En las interminables rampas del Pradell, Kuss y sus compañeros pasaron del ímpetu al desfallecimiento. Y el UAE, con Soler a la cabeza, olió la sangre y tiró. Doce sobrevivieron a la criba: Pogacar, Soler, Almeida (UAE), Landa (Soudal), Bernal (Ineos), Tiberi (Bahrain), Vlasov (Bora), Martínez (Groupama), Mas, Rubio, Sosa (Movistar) y Harper (Jayco). Aunque los descolgados contactaron de nuevo, no fue más que un espejismo.
A 3 km de la cima, a 29km de la meta, Pogacar decidió que la carrera había terminado y le bastó un ataque para escaparse en solitario. Con el esloveno disparado hacia la victoria y aclamado por la multitud que flanqueaba el ascenso a Queralt, la atención se trasladó a la lucha por el podio. Landa, descolgado en la segunda posición, se alió con Bernal y aupó al colombiano al podio. Mas se quedó sin el deseado premio del podio pese a su valentía.