Francisco Salas3 min lecturaLa jornada 16 de la NFL, antepenúltima de esta apasionante temporada que está muy cerca de llegar a su fin, se ha abierto con un gran partido entre dos equipos de la AFC Oeste, los Denver Broncos y Los Angeles Chargers, ambos con un récord que les permite respirar tranquilos de cara a los playoffs, ya que aventajan en tres victorias a los equipos que pugnan por colarse, Indianapolis Colts, Miami Dolphins y Cincinnatti Bengals, no lo tienen asegurado, pero salvo una carambola, estarían, eso sí, muy probablemente con los dos últimos huecos, lo que les asegura rivales durísimos. No obstante, los de Colorado hoy tenían una oportunidad de oro para ponerse por delante por dos triunfos y dar un gran paso hacia la sexta plaza, pero no han sido capaces de batir a los rocosos angelinos.
El talento de los de John Harbaugh está fuera de toda duda, pese a que venían de una más que contundente derrota ante Tampa, lo que no ha sido impedimento para Justin Herbert y compañía de cara a conseguir un apretado triunfo por 34 a 27, en un duelo de idas y venidas que acabó cayendo para el lado local, aunque los de Sean Payton estuvieron cerca, llegando incluso a mandar durante gran parte del duelo.
La primera parte fue dominada por Denver, que llegó a ir con más de diez puntos de renta, en concreto 11, pero al final de la misma, Harbaught se inventó un fair kick que no funcionaba en la liga desde 1976 y Cameron Dicker lo hizo bueno con una gran patada desde 57 yardas que inició una remontada que se consumó en la segunda parte del partido a base de touchdowns que les pusieron por delante tras más de 20 puntos seguidos, una losa que pese a los intentos a la desesperada de los de Payton, fue insalvable.
Finalmente, una victoria de mucho nivel gracias a las 284 yardas de pase de Herbert, sumadas a 2 TD y una interceptación, que hicieron inútiles las 263 y dos anotaciones de Bo Nix. El marcador los deja igualados a 9 triunfos y seis derrotas, pero pone por delante a los californianos, que ahora mismo se medirían a los Pittsburgh Steelers, mientras que a los de Colorado les tocaría 'bailar con la más fea' contra los Buffalo Bills, pero quedan aún varios partido y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.