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Justin Jefferson cambia la historia de la NFL

Justin Jefferson ha recibido su esperada renovación con los Vikings y ha conseguido lo que quería, convertirse en el jugador no QB mejor pagado de la historia de la NFL, lo que es una prueba clara de la deriva ofensiva de la liga en los últimos años, reflejada en él

Justin Jefferson cambia la historia de la NFL
Justin Jefferson durante un partido con los Minnesota Vikings - Cordon Press
Francisco SalasFrancisco Salas 3 min lectura

Uno de los deportes más seguido del mundo tiene la peculiaridad de que solo se practica en un país, de hecho, hasta su nombre lo indica, ya que es el fútbol americano nace y muere en Norteamérica, pero solo con eso le vale para ser uno de los más importantes en cuanto a audiencias, dinero, y sobre todo relevancia, ya que tiene una penetración extrema en todas las capas de la sociedad 'yankee', y cada vez está más cerca de llegar a todo el mundo. De hecho, se está globalizando tanto, que desde hace años la NFL, su principal liga, hace partidos puntuales de la liga regular fuera de Estados Unidos. En Europa, primero fue Londres, luego Alemania, y ahora es el turno de España, que se estrena en 2025.

Pero no solo porque el deporte en sí mismo ha crecido, si no también porque los jugadores ahora son estrellas, en el campo y fuera de él. Este es el caso de Justin Jefferson, quien llegó a la liga en el recordado draft de 2020, que se celebró durante la pandemia, tras el año histórico de LSU, donde era el receptor 2, pero en los Minnesota Vikings se ha erigido como el mejor de la liga en su puesto.

Pese a tener a un buen quarterback como Kirk Cousins, el sistema ofensivo de los Vikings era él, y así lo sufrieron este año cuando se lesionó, pero cuando volvió no había perdido ni un ápice de su nivel. Por esto, ahora que los de O'Connell entran en una suerte de reconstrucción tras la salida de Cousins rumbo a Atlanta, y sobre todo, la elección en el draft del QB de Michigan JJ McCarthy, era primordial renovar a Justin, y lo han hecho, además, a lo grande.

Su rendimiento en el campo le ha hecho merecedor de un contrato de 140 millones de dólares por cuatro años, 110 de ellos absolutamente garantizados. Esto le coloca, no solo como el receptor mejor pagado de la historia, si no como el jugador no quarterback con el contrato más grande de siempre. Normalmente esto había sido para 'pass rushers', pero con la deriva ofensiva del juego hacia el pase, el mejor de todos recibiéndolos, era el gran candidato para recibirlo. Esta deriva puede hacer que a partir de ahora, la segunda posición en importancia económica pasa a ser esta, por lo que Ceedee Lamb, Jamar Chase y compañía, pueden estar muy contentos y agradecidos al de los Vikings.