Francisco Salas3 min lecturaA Jon Rahm le ha pesado en la tercera jornada del Alfred Dunhill Links Championship lo mal que le fue el viernes, y eso ha hecho una gran tarjeta de 65 golpes, siete bajo par del Old Course de Saint Andrews, el campo más mítico de los tres en los que se ha disputado el evento y que volverá a ser sede la cuarta jornada, la definitiva, donde estarán solo los sesenta mejores golfistas, pero el vasco lo tiene más que complicado de cara a esa final, ya que con su acumulado de -15 está muy lejos de los mejores, Nico Colsaerts, con -21 y Tyrrell Hatton, con -22 tras una una espectacular jornada de 61 golpes en el mismo recorrido que el español.
A favor del de Barrika está que saldrá este domingo entre los diez primeros de la tabla, empatado con el catalán David Puig, que firmó 63 golpes para otro -15 total, y ambos guardan alguna esperanza de llegar al belga y sobre todo al inglés, tras un sábado en el que Hatton brilló con luz propia, firmando nueve 'birdies' y un 'eagle' y amenazando con lograr por tercera ocasión un torneo conoce muy bien.
El gran rival a batir será Hatton, que con un acumulado de -22 parte con un golpe de ventaja sobre el belga Colsaerts, dos sobre el francés Tom Vaillant, tres sobre el danés Rasmus Neergaard y cuatro sobre el inglés Tommy Fleetwood, que también estuvo fino firmando 67 golpes y cinco bajo par en el Old Course y terminar con -16. Y ya por detrás aparecen Rahm y Puig, que necesitan un milagro.
Pese a su buen juego, Jon Rahm ve muy complicada la victoria, aunque eso sí, en caso de que se levante viento en la ronda final y en general haya mal tiempo, puede tener alguna opción, aunque para eso debería adaptarse bien a esas condiciones, al contrario que lo que hizo el viernes Kingsbarns, donde estuvo lejísimos de ello en todo momento. Por eso compara su remontada con levantar "un tres o un cuatro cero al descanso" en un partido. "¿Es posible? Sí. ¿Suele pasar? No".
Rahm recalcó que está "lejos" del líder y que prefiere "no pensar mucho" en un hipotético triunfo, porque si le hace falta algo para el domingo "es un poco de suerte y mal tiempo". Precisamente suerte es algo que no está teniendo esta campaña y se ha convertido ahora en su única opción, aunque esté en una situación tan complicada.