La gran caída que casi le arrebata la victoria a Van der Poel

El ciclista neerlandés Mathieu Van der Poel ha conseguido proclamarse Campeón del Mundo después de realizar una carrera llena de sufrimiento, donde ni el trayecto, ni el tiempo estaban a su favor.

Van der Poel ha demostrado que ningún obstáculo era suficiente para pararle los pies, y pese a las miles de curvas y trampas que ha presentado este recorrido de 271,1 kilómetros a través de Escocia, iba a conseguir alcanzar el arcoíris.

La fecha elegida para su celebración no ha sido lo único que ha complicado el Mundial, convirtiéndolo en uno de los más duros de las últimas décadas, sino también ciertos imprevistos como el de toparse con el camino cortado debido a una inesperada manifestación que provocó un enorme retraso a los grandes protagonistas de la carrera, concretamente de casi una hora.

Una vez que el Mundial pudo continuar con total normalidad pasando por el muro más duro, a partir de los 14,4 kilómetros, Italia y Dinamarca comenzaron a subir el nivel, por lo que poco a poco se pudo notar diferencia entre los corredores.

Una vez llegados al punto donde faltaban 90 kilómetros para llegar a la línea de meta, el grupo que encabezaba la cola estaba compuesto por Pogacar, Izagirre, Van Aert o Van der Poel, un momento donde muchos de los nombres más destacables comenzaron a quedarse bastante atrás, de hecho, Remco fue uno de los que más esfuerzo puso para intentar apretar y alcanzar a todos los ‘cabecillas’.

Llegar al nivel que estaba mostrando el de Bélgica estaba siendo algo prácticamente imposible, aunque la imagen de una polémica caída llegó a dar esperanza al resto de sus rivales. Todo ocurrió en el momento en el que Tadej cambió el ritmo, provocando la caída de Trentin. El corredor tuvo que abandonar la carrera al chocarse contra unas vallas bastante peligrosas que de hecho están probidad por la UCI, pero que sorprendentemente se encontraban en el recorrido.

Por si el circuito no estaba siendo lo suficientemente complicado, la lluvia llegó para aumentar la dificultad de este. Con tan solo unos segundos de diferencia con los corredores que le pisaban los talones, y con 16 kilómetros por delante para alcanzar la meta, Van der Poel sufrió una caída al entrar en la curva. Esta imagen hizo que los presentes se echaran las manos a la cabeza, ya que después de todo el esfuerzo realizado y el gran nivel mostrado, parecía que el desenlace iba a ser otro muy diferente al esperado, sin embargo, el ciclista dejó claro que nadie le iba a quitar su oportunidad de Ganar el mundial, por lo que rápidamente se recompuso y continuó su camino directo hacia la meta final, mostrando una gran emoción pese a las heridas y la sangre tras el accidente.