AJEDREZ

La final del Mundial de ajedrez se juega al todo o nada

Tras empatar este miércoles y después de trece partidas el chino Ding Liren y el indio Dommaraju Gukesh han llegado empatados a la 14ª y definitiva, donde se va a definir el campeón

La final del Mundial de ajedrez se juega al todo o nada
Un lance de una partido del mundial de ajedrez entre el chino Ding Liren y el indio Dommaraju Gukesh - @FIDE_chess
Francisco SalasFrancisco Salas 3 min lectura

Al rojo vivo, así está la gran final del mundial de ajedrez después de que el chino Ding Liren, actual campeón, y el jovencísimo indio Dommaraju Gukesh, sorprendente ganador del torneo de aspirantes y nueva sensaciones del ajedrez mundial, firmaron tablas en la decimotercera partida del evento, que se disputa en el Resort World Sentosa de Singapur y, de esta manera, afrontan empatados a 6.5 puntos el decimocuarto y definitivo encuentro, en el que todo puede pasar, pero que en caso de ganar alguno de los dos para ponerle fin a la contienda.

En esta ocasión fue Gukesh quien jugó con blancas, pero no pudo aprovechar esa circunstancia ante un Liren que venía de ganar en el anterior duelo y se benefició de su buena defensa en un choque que se decidió tras 68 movimientos. Ahora comenzará este jueves moviendo en el último duelo de los catorce previstos y, en caso de no lograr imponerse a su rival, todo se decidirá en una serie de desempates con límite de tiempo el viernes. Eso sí, la ventaja del chino puede ser clave, aunque el indio está haciendo de su defensa un punto fuerte y tratará de aprovecharlo.

La definición más justa

Los dos lo han dado todo y por eso tienen claro que aunque sea mucho más largo, tenso y sufrido, realmente que todo se decida en el último cara a cara es una solución acertada y que les va a permitir darlo todo y mostrar su nivel. "Es justo que el cara a cara llegue a la última partida porque los dos hemos mostrado mucho espíritu de lucha y hemos jugado un ajedrez muy entretenido", expresó el indio Gukesh, que pase lo que pase ya está en la historia, pues es el finalista más joven de la historia a sus 18 años. Además, en caso de ganar, además de ser la referencia mundial de los tableros, traerá un solplo de aire fresco al pueblo indio.

No estaba en ese mismo prisma su rival, que tras salvarse en la anterior partida llegaba a esta con mucha tensión y buscando aprovechar la inercia, lo que le causó estragos, pero aún así pudo defenderse a la perfección. "Lo primero, estoy cansado después de una partida muy larga. Y lo segundo, necesito decidir cuál es mi estrategia para la siguiente partida, la partida decisiva". Esta era la visión del campeón mundial, que va a tener un reto mastodóncico si quiere mantener el cetro.