Primoz Roglic se ha convertido en uno de los mejores ciclistas en la actualidad. Acaba de coronarse como el ganador de La Vuelta a España hace tan sólo una semana, conquistando así el maillot rojo por cuarta vez en su carrera. Además, es uno de los pocos que puede plantar cara a el líder de la temporada, Tadej Pogacar. Es mucho lo que aporta Roglic al mundo del ciclismo, pero confiesa que estuvo a punto de dejarlo tras su caída en el Tour de Francia.
El pasado mes de julio el esloveno vivió un duro momento al caerse en plena etapa mientras disputaba una de las grandes Vueltas de la temporada. El resultado fue una fractura de la tercera vértebra lumbar, que le obligó a abandonar y despedirse de la 'Grande Boucle'. Se frustraba nuevamente su intento de hacerse con el maillot amarillo y volvía a reencontrase con su mala suerte con las caídas, que le han perseguido durante toda su carrera.
De hecho, ya se había ido al suelo meses antes en la Itzulia. Roglic partía como uno de los favoritos, junto a sus grandes rivales de esta temporada, Pogacar y Jonas Vingegaard, pero terminó abandonando la carrera. En esta ocasión no sufrió ninguna fractura, solo magulladuras y quemaduras, pero no pudo continuar la competición. Peor fue para el danés, que sí tuvo que ser ingresado en la UCI.
Por todos estos motivos, además de un descontento general y la falta de ilusión, Roglic confiesa que estuvo a punto de retirarse. "Después de las caídas en el Tour tuve que plantearme que es lo que quería y pensé que ya no necesitaba formar parte del mundo del ciclismo y sufrir todo esto" confiesa el esloveno. Además, añade unas declaraciones aún más preocupantes: "Al cabo de unos días supe que algo se había roto y tuve claro que tenía que cuidar mi salud. Después de todo, sólo soy humano".
Sin embargo, encontró el camino que le motivó a seguir, además de intentar sacarle el lado positivo a esta mala etapa que sufrió: “Lo que siguió fue mirar hacia delante y darme cuenta de que nunca me quedo sin nuevos retos. Por supuesto que siento el dolor, no es agradable. Por otra parte, todos estos acontecimientos desagradables en mi carrera, que hubiera deseado que no me ocurrieran, me han aportado también muchas cosas positivas. El apoyo de mi familia y otros seres queridos, que siento al levantarme después de las caídas, es excepcional”
Y el premio acabó llegando. Este año aunque ha tenido muchos momentos en negro, también ha podido disfrutar de éxitos, como su victoria en el recorrido por España, como líder de Red Bull- Bora.
Ahora el esloveno se olvida de todos esos pensamientos que le alejaban de la bici y vuelve a recuperar la ilusión. De hecho, el triunfo en La Vuelta le ha dado fuerzas para pelear la victoria en otras competiciones. La próxima gran cita es el campeonato mundial, que se celebra en Suiza del 22 al 29 de septiembre.
El favorito para llevarse el triunfo es Pogacar, que llega como campeón del Gran Prix de Montreal, pero siempre puede haber sorpresas. Otros de los ciclistas más esperados, especialmente para los aficionados españoles, son Enric Mas y Mikel Landa, que han firmado una muy buena actuación en La Vuelta.