Un quinto puesto del relevo
4x400 con nuevo récord de
España (3:00.65) y un cuarto de
Adel Mechaal en 1.500 pusieron un broche brillante a una deficiente actuación del equipo español en los Mundiales de Londres.
El cuarteto formado por el palentino
Óscar Husillos, el toledano
Lucas Búa y los canarios
Darwin Echeverry y
Samuel García, estuvo durante casi toda la carrera en el cuarto puesto y sólo cedió una plaza al final, pero acabó con un registro de 3:00.65, pulverizando el récord de España anterior.
El equipo, que hasta hace pocos días no supo que podría participar, por ránking, en estos campeonatos, batió el récord de 3:01.42 que un equipo integrado por
Iván Rodríguez, David Canal, Antonio Andrés y
Antonio Reina logró en los Mundiales de Edmonton 2001, en los que se metió en la final y acabó sexto.
Adel Mechaal consiguió el mejor resultado entre los 56 atletas españoles que participaron con su cuarto en la final de 1.500.
El trofeo International Fair Play de la IAAF, que hoy recibió
Ruth Beitia de manos del presidente, Sebastian Coe, por las muestras de consuelo que dedicó a la italiana Alessia Trost cuando ésta lloraba su eliminación en la calificación de altura, fue el único trofeo que consiguió la selección española en el estadio olímpico.
Mechaal, campeón de Europa de 3.000 en pista cubierta este año, quería una carrera rápida y los kenianos
Elijah Manangoi y
Timothy Cheruiyot -oro y plata al final- se encargaron de que fuera así.
La apuesta del español por los 1.500, en detrimento del 5.000, era una apuesta arriesgada para un atleta capaz de sostener ritmos altos pero sin remate en carreras de primer nivel.
Esa falta de pegada en el esprint le dejó sin medalla. Los dos kenianos se jugaron el oro por delante, y atrás Mechaal fue ganando terreno al noruego, pero lentamente, centímetro a centímetro, de forma que no remató el trabajo. Los dos se arrojaron a la meta y ganó Ingebrigtsen por 18 centésimas.
Mechaal, nacido en Tetuan (Marruecos), compitió en los Mundiales de Londres en virtud de la resolución de
Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que anuló la sanción de 15 meses que le impuso la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD) por tres supuestos controles de dopaje fallidos.
Desde
Daegu 2011, cuando el sevillano
Manuel Olmedo terminó cuarto, ningún otro español se había clasificado para la final de 1.500, una disciplina que ha dado cinco medallas a España en Mundiales: 3 de plata (Fermín Cacho dos y José Luis González) y 2 de bronce, las dos de
Reyes Estévez.
Todavía quedaba una última bala para España, el relevo 4x400, formado por los "cuatro magníficos"
Husillos,
Búa,
Echeverry y
Samuel García, que había ganado su semifinal con 3:01.72, a tres décimas del récord nacional.
Los tres, formando un cuarteto compacto y homogéneo -la clave de su éxito, en opinión de todos-, tuvieron una actuación pareja y sobresaliente para rematar el campeonato.
España termina fuera del medallero por primera vez, y en la clasificación por puntos, con un cuarto, un quinto y dos séptimos (cuatro finalistas en total), en el puesto 30, retrocediendo dos con respecto a Pekín 2015.