Alvaro Arenillas3 min lecturaEl pádel en España ha crecido de un modo espectacular. Si en la segunda década del siglo XXI se puso de moda, ahora directamente se puede practicar casi en cualquier parte; tanto es así que en los últimos 10 años prácticamente se ha duplicado el número de recintos que ofrecen la posibilidad de practicar este deporte. Por ello, no sorprende que España sea una de las grandes potencias de esta disciplina deportiva que ha enamorado a tanta gente por su dinamismo y exigencia. Porque sí, la pista parece pequeña, pero hay que moverse a un ritmo vertiginoso. Pues bien, ahora nos metemos de lleno en las muchas variantes que ofrece a la hora de organizar una competición, centrándonos en el conocido como torneo americano de pádel.
Desde que dio sus premios pasos allá por los años 60 se ha ido cuadrando todo un reglamento hasta encontrar lo que es hoy día el pádel. Y dentro de esas 'normas' se incluyen los diferentes sistemas de competición, en los cuales influye enormemente cuántas pistas haya, el número de jugadores que van a participar, e incluso de cuánto tiempo se dispone para desarrollar todo el torneo. Pues bien, teniendo todo eso en cuenta nos encontramos con el torneo americano, el cual podemos decir del modo más básico que se trata de un todos contra todos.
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Ni siquiera hablamos de un todos contra todos por parejas, sino que cada jugador se apunta de manera individual para terminar haciendo pareja con todos, teniéndolos igualmente como rivales. Es un formato muy dinámico que ha ganado popularidad en el pádel amateur, ya que se puede decir que iguala las posibilidades de todos de terminar alzándose con la victoria.
De manera habitual los partidos de este tipo de torneos se suelen jugar a un determinado número de puntos, siempre en múltiplos de 8 para que todos los jugadores saquen las mismas veces. Además, es muy exigente físicamente, ya que se disputan todos los encuentros a la vez en diferentes pistas, por lo que hay muy poco descanso entre ellos. Para dar forma a algo dinámico, y más si se tiene poco tiempo para celebrar la competición entera, es una gran opción.
Para hacernos una idea, si se jugase a 16 puntos, un americano podría irse a unos 60 minutos. Por cierto, no hay set y cada jugador se encarga de ir sumando la puntuación que logra. Si el primer partido lo gana 10-6 y el siguiente lo pierde 7-9 se apuntaría un total de 17 puntos. Finalmente vence el que ha sumado más puntos en el global de todos los encuentros.