Uno de los éxitos del pádel es lo fácil que es jugarlo, al menos a priori, ya que para dominar este deporte son necesarios tener claros muchos conceptos. Uno de los más populares se conoce como "la nevera", que está relacionada con la táctica que se usa durante el partido.
Esta práctica es bastante sencilla, aunque quizás muchos no la vean muy deportiva. "La nevera" se trata de lanzar todas las bolas al jugador que se considere de menor nivel dentro de la pareja rival, logrando así que el 'bueno' de la pareja se enfríe no entrando en juego, siendo metido en "la nevera".
Eso puede hacer que el jugador de menor nivel falle algún punto o que el que se encuentra en "la nevera" se frustre, ya que no tiene ninguna oportunidad de entrar en juego mientras ve como a su compañero le atacan constantemente. Aunque en teoría descansa físicamente, el desgaste mental es muy alto dentro de la pareja, sobre todo del jugador que está en "la nevera".
Cómo desarrollar la táctica de "la nevera" con eficacia
La mejor forma de usar esta forma de juego en un partido de pádel no es lanzando el cien por cien de las bolas al rival más débil. Lo ideal es dividir los tiros en un 70-30, evitando así que los golpes sean predecibles. Además, es mejor acabar el punto sobre el jugador que se encuentra en "la nevera", ya que el desgaste mental será aún mayor.
Tampoco es conveniente hacer siempre el mismo tiro a un mismo jugador porque este acabará practicando y tomando el partido como un entrenamiento, sabiendo al final cómo defender dicho lanzamiento. Por eso es recomendable ir mezclando bandejas, globos y otros lanzamientos.
Cómo salir de "la nevera"
En cuanto esté detectado que os están haciendo "la nevera" comentarlo y no caer en el nerviosismo. Si todas las pelotas van a por ti, no te estreses, intenta devolverlas y no te dejes influir porque piensen que eres el más débil de la pareja. No arriesgues en los golpes y sé paciente, usando sobre todo globos en paralelo.
Si, por el contrario, estás en "la nevera", no te vuelvas loco y ataques bolas que no son tuyas. Tampoco te quedes parado, mantente activo aunque no participes en el juego y apoya a tu compañero para que no se venga abajo. En definitiva, no te conviertas en el tercer enemigo de tu pareja en la pista.