El último día del mercado de fichajes siempre suele traer consigo emociones fuertes. Un día repleto de
golpes de efecto, de clubes necesitados y de oportunidades de mercado. Sin duda, si hay algún equipo al que le gusten más las emociones fuertes ese es sin duda la
UD Almería desde la llegada de
Turki Al-Sheikh.
El potencial económico del Almería incrementó sobremanera tras la llegada del jeque saudí y supuso una
inyección de dinero a un club que estaba en horas bajas. Como era lógico, los fichajes se iban a hacer prácticamente a
golpe de talonario.Si algo ha enseñado la dirección deportiva encabezada por
Joao Gonçalves y la nueva directiva del club indálico, es que siempre dejan
lo mejor para el final. Como si de una serie o película se tratara, el aficionado rojiblanco no puede perderse ni un segundo del mercado de fichajes ni irse a la cama antes de las doce de la noche los días en los que se cierra la ventana de traspasos.
Tanto
marketing como
razones deportivas tienen mucho que ver en estos tardíos desenlaces que traen con suspense a nuevos futbolistas al Estadio de los Juegos del Mediterráneo. En el seno del club indálico han sabido crear una
fórmula perfecta para conectar con los aficionados al mismo tiempo que refuerzan la plantilla de manera notoria.
Todo empezó en el primer mercado de fichajes tras la compra del Almería por parte de Turki a
Alfonso García. En un mes se armó una plantilla que debía aspirar a todo. Como no podía ser de otra manera, el último día del mercado veraniego fue muy movido. Hubo numerosas opciones para reforzar el ataque rojiblanco, pero finalmente los que llegaron a la disciplina almeriense fueron
Juan Muñoz y, el que es el
fichaje más caro de la historia de Segunda,
Arvin Appiah.
En enero de 2020 el Almería recibía
duros reveses por parte de LaLiga: l
e negó ampliar el límite salarial tanto como quería la directiva rojiblanca y se tuvieron que abortar numerosos fichajes que incluso ya estaban en la ciudad almeriense, como
Leo Di Plácido. Es por eso que, de nuevo, el equipo indálico tuvo que realizar su tarea a última hora con dos fichajes que dejaron
un rendimiento bastante pobre:
Enzo Zidane y Francis Guerrero.
Tras la pandemia, el final del mercado se movería a octubre de 2020. El Almería contó con un gran hándicap con respecto a sus perseguidores y es que
finalizó la temporada mucho más tarde a cuenta de la disputa de los playoffs de ascenso a LaLiga Santander. Por eso, muchos equipos ya habían incorporado a jugadores que pretendía el Almería mientras los rojiblancos seguían compitiendo. En este caso, el mercado se cerró con una de cal y otra de arena:
Sadiq Umar y Jordi Escobar.En el último día de mercado de enero de la temporada pasada, se produjo una de las
mayores bombas y un fichaje que prometía ser uno de los nuevos galácticos en Almería. La entidad almeriense logró cerrar un acuerdo con Los Ángeles FC para la cesión de
Brian Rodríguez, extremo internacional con Uruguay y con un futuro muy prometedor. Luego, su paso por Almería resultó ser un
fiasco y el jugador charrúa no ha levantado cabeza desde entonces.
Y ya entrando en esta temporada, el Almería se había movido poco en el mercado de verano. Movimientos contados pero con inteligencia, siempre a coste cero y jugadores con experiencia en la categoría. Para el último día del mercado la dirección deportiva cerró a
Dyego Sousa, que llegaba para ser suplente de Sadiq Umar, y de
Alejandro Pozo, cedido con opción a compra del Sevilla.
Viendo el historial, está claro que al Almería le gusta realizar alguna que otra incorporación en las últimas horas del mercado. Este año, de momento, la situación pinta tranquila.
¿Será el primer último día del mercado de fichajes sin ninguna incorporación tras la llegada de Turki?