A sus 18 años, Dani Lorenzo vio cumplido el sueño de cualquier canterano, el de debutar con el primer equipo. El mediapunta marbellí entró en el minuto 54 del partido de Copa del Rey ante la Peña Sport por otro compañero del filial, Haitam. Y desde el primer momento mostró su atrevimiento y algunas de sus virtudes.
De sus botas partió el pase que habilitó a Jairo para que este asistiera a Roberto y subiera el 0-3 en el marcador. Fue un desplazamiento de 20 metros en diagonal en el que enseñó su visión de juego. No pudo probar fortuna en otra de sus facetas más positivas, la del lanzamiento lejano, pero su entrenador, y los aficionados, quedaron más que satisfechos con sus prestaciones.
"Lo he visto muy bien, con desparpajo, no era sencillo demostrar lo que hace con el juvenil y con el filial. Hoy hemos visto la soltura que tiene, la capacidad de mirar la portería contraria aunque reciba mirando la propia". Palabras de elogio del entrenador del Málaga, quien ha venido contando con Dani Lorenzo desde que se lesionaran Ramón Enríquez y Jozabed. Es el tercer canterano, tras Kevin y Roberto, al que hace debutar en el equipo.
El chaval, a pesar de su corta edad, tiene las ideas muy claras sobre cómo llevar su carrera deportiva. En su día, siendo cadete, decidió aceptar una oferta del Real Madrid. Pero este verano, aun con un año más de contrato con los blancos, forzó su salida para regresar al Málaga, donde veía más opciones de debutar con la primera plantilla. Unos meses después ha disputado 4 partidos con el juvenil, 10 con el Malagueño y ha conseguido su objetivo de actuar con los mayores. Y no se arrepiente de nada.