La práctica deportiva siempre está altamente recomendada para todas las personas, independientemente de su condición física o edad. Sin embargo,
cada vez son más los estudiantes que están encontrando en el deporte un importante aliado a la hora de mejorar su rendimiento, reducir el estrés y mejorar su capacidad intelectual. Tras el verano llega el turno de los exámenes de recuperación, y desde el
SADUS, ofrecen un amplio catálogo de actividades, cursos e instalaciones habilitadas para que los estudiantes encuentren en su espacio el lugar idóneo para establecer una rutina deportiva,
sin trastornarle sus horas de estudio.
A pesar de que muchos estudiantes adolecen de cansancio extremo tras jornadas maratonianas de biblioteca,
los expertos avalan que sacar al menos 30 minutos al día para hacer algún tipo de deporte ayuda a recargar energía y facilitar un descanso más reparador. De hecho, la práctica deportiva está pautada para aliviar la ansiedad y el estrés, otros de los males que aquejan los estudiantes y que pueden determinar que su rendimiento baje a pesar de dedicarle muchas horas al estudio.
Los beneficios psicológicos que aporta el deporte han de ser tenidos también muy en cuenta, ya que el ejercicio está asociado directamente con un
aumento en la autoestima y el bienestar. Al favorecer la relajación, también incrementa la sensación de satisfacción personal, lo que lleva a mejorar la productividad.
Buscar un hueco para ejercitarse o realizar una actividad deportiva que satisfaga al estudiante puede ser una buena excusa para descansar y desconectar de los estudios, para que cuando los retome, se haga con mayor energía y disposición.
El deporte está estrechamente vinculado a la capacidad cognitiva, ya que favorece la producción de neuronas que favorecen el aprendizaje y la memorización, además de la liberación de dopamina y norepinefrina, que según recientes estudios parecen ser beneficiosas para la consolidación de la información aprendida. En un estudio realizado en la Universidad Carlos III de Madrid, se concluyó que
los estudiantes que realizaban ejercicio físico obtenían hasta un 9,3% más en su nota media que los que por el contrario no practican ningún deporte.