El encuentro, correspondiente a la décima jornada de este campeonato continental, que comenzará a las 20:30 horas en el Palacio de los Deportes de Murcia, devuelve al equipo grana a su competición fetiche, esa en la que el pasado año conquistó la medalla de bronce y en la que en este curso está mostrándose arrollador. Es, por lo tanto, una buena ocasión para adquirir confianza y levantar la alicaída moral de los murcianos, inmersos en una acusada crisis de juego y resultados en la Liga, en la que acumula cuatro derrotas seguidas, la última de ellas encajada de forma abultada por 88-68 en la pista del Tecnyconta Zaragoza. Ese tanto deja al cuadro de Juárez al borde de la zona de descenso.
En clave continental, la clasificación para los octavos de final está cercana para el UCAM, que ha ganado sus tres últimos encuentros en la competición, el más reciente de ellos por 61-67 en la cancha del Ventspils letón el pasado 19 de diciembre de 2018. El Nizhny, que es cuarto en el grupo con cinco partidos ganados y cuatro perdidos, ya fue víctima de los universitarios en la primera vuelta de esta fase de grupos. En Novgorod el UCAM se impuso por un contundente marcador de 51-72.
Juárez, quien tendrá disponibles a todos los miembros de su plantilla a excepción de los lesionados de larga duración Dejan Todorovic y José Ángel Antelo, espera la reacción de los suyos. "El equipo ha tocado fondo y se lo he dicho a los jugadores, sabemos que van a salir de ahí, pero hay que hacerlo sin poner ninguna excusa. Es el momento de demostrar de qué pasta estamos hechos", ha afirmado.