Pedro Acosta será, posiblemente, la siguiente estrella del motociclismo español en MotoGP. El piloto murciano debutará el próximo año en la categoría reina a los mandos de una KTM, marca con la que ha corrido toda su carrera en el campeonato del mundo y que, de momento, le ha asegurado una plaza en su escudería privada. Pero antes tiene una cita pendiente y no será menos interesante que la lucha que se vivirá en la categoría reina entre Jorge Martín y Pecco Bagnaia.
Sepang puede coronarle como campeón del mundo en Moto2. Sería su segundo mundial tras el que lograra hace dos temporadas en Moto3, en el que era el año de su debut en la categoría. Para ello debe sumar 12,5 puntos, ya que aventaja en 63 al italiano Tony Arbolino. Sería el colofón a dos campañas en las que ya batió un récord de precocidad que tenía Marc Márquez en su poder y en los que sólo el mal inicio del pasado año le privó de premios mayores.
El 'Tiburón' de Mazarrón ya tuvo la posibilidad de alzarse con el titulo mundial en el Gran Premio de Tailandia, pero Fermín Aldeguer se mostró intratable y lo ganó todo: pole, vuelta rápida y líder de principio a fin. Y esta vez no está dispuesto a que se le escape la oportunidad.
Para ser campeón del mundo de Moto2 2023, Pedro Acosta debe:
Acabar entre los cuatro primeros.
Acabar entre 5º y 9º y Arbolino no gana.
Acabar entre el 10º y 15º y Arbolino no pasa de la tercera posición.
Acosta será campeón si Tony Arbolino termina cuarto o en peor posición.
Y si tanto Tony Arbolino como el propio Acosta se retiran, el murciano será campeón
Tras ellos dos se encuentra el británico Jake Dixon y el español Aron Canet, pero ya muy lejos y sin posibilidades de pelear por el Mundial.
Fermín Aldeguer, Alonso López y Manuel González son sexto, séptimo y octavo, respectivamente, lo que augura un futuro prometedor en el moticiclismo español, que sigue dando frutos de cantera a la categoría reina, que se irán incorporando en los próximos años.
"Tenemos que mantener la calma y no pensar demasiado", avisaba Pedro Acosta antes del último Gran Premio. Cumplió con su cometido, aunque no fue suficiente. En Malasia espera que su resultado le sirva para afrontar las dos últimas pruebas del Mundial con mayor tranquilidad y sin presión.