La gran irrupción del año en MotoGP tiene nombre y apellidos, los de un chaval del Puerto de Mazarrón de apenas 20 años, Pedro Acosta, quien tras ganar dos mundiales en tres años entre Moto3 y Moto2 ha aterrizado a lo grande en la categoría reina, y pese a no haber podido conseguir una victoria que le hubiera convertido en el ganador más joven de siempre en MotoGP -se le acabó el tiempo en el Gran Premio de Alemania-, sigue siendo un hombre muy a tener en cuenta por todos. Aterrizó con la montura del GasGas, una KTM satélite a la que ni Pol Espargaró ni Augusto Fernández le habían podido sacar partido, pero él si lo ha hecho, y aunque el triunfo se ha resistido, ha estado siempre arriba.
Desde el inicio se ha 'pegado' con los mejores, y a pesar de que en las últimas carreras ha experimentado un bajón, está en la camino correcto para ser un candidato. Por lo pronto, el año que viene será compañero de Brad Binder en el equipo oficial de KTM. Eso sí, tiene claro lo que tiene que mejorar, y es que debe ser mejor en la clasificación de los sábados, para luego no tener que remontar los domingos. Además, debe trabajar su consistencia. "Podemos ir muy fuertes en algunas pistas, pero luego en otras no. Tenemos que ser más constantes".
Pese a que es la cara de presente y de futuro de la marca austriaca, su futuro pudo ser distinto, muy distinto, y todo por culpa de una de las mayores leyendas de la historia del motociclismo, e ídolo del 'Tiburón', Valentino Rossi. El 46 tiene su academia y con ella se ha nutrido para formar a un equipo ganador en MotoGP, pero estuvo muy cerca de firmar al murciano cuando era una promesa, y estaba en Moto3, buscando dar el salto a Moto2. "Hablamos con VR46 y tenían una buena opción para nosotros, pero era difícil para los patrocinadores".
A partir de ese momento lo apostó todo a KTM de la mano de Aki Ajo, quien lo llevó a MotoGP, pero no perdió la relación con Il Doctore. "Desde mi prueba en MotoGP hablamos mucho de como me sentí al pilotar esa moto y me enseñó algunas cosas para que me ayudaran". Además también ha estado en su rancho en Tavullia, donde pudo participar en los 100 kilómetros de los campeones y se llevó una imagen inmejorable. "Fue increíble ver como Rossi maneja todo y se acerca a los chicos".