La fiesta de los Márquez provoca el primer conflicto

Los pilotos catalanes han reventado el Mundial de MotoGP a las primeras de cambio con sus triunfos en Tailandia y Argentina. Pero el menor de los hermanos todavía no ha dicho su última palabra

La fiesta de los Márquez provoca el primer conflicto
El menor de los hermanos promete guerra en este Mundial. - Cordon Press
Alberto GálvezAlberto Gálvez 3 min lectura

Por el momento, todo son risas y alabanzas entre los hermanos Márquez en este dulce comienzo del Mundial para ellos. Las dos victorias de Marc y los dos segundos puestos de Álex han acaparado todas las portadas ante semejante inicio inesperado del campeonato.

Tras la ausencia de Jorge Martín y los malos resultados de Pecco Bagnaia, en Cervera están disfrutando con sus dos embajadores en la elite del motociclismo. Y aunque los protagonistas hacen gala de sus lazos de hermandad cada vez que se le pone un micrófono por delante, cualquier cosa podría suceder si la competencia entre ambos se mantiene.

De hecho, el menor de ellos ha dejado unas declaraciones que invitan a pensar en que los niveles de rivalidad entre ellos podrían subir más pronto que tarde. Lo primero que dijo al bajarse de su Gresini y ante los micrófonos de DAZN fue que no veía a Marc sólo como su hermano: "Estoy feliz de luchar con Marc, pero no por ser mi hermano, sino por ser quién es, estar tan cerca de él en un circuito que se le da tan bien es muy importante para nosotros, por más que soy realista ya que a mi también se me da bien este trazado. Estoy súper feliz de cómo ha ido el fin de semana. En el parque cerrado me decían que él ha estado a punto de caerse, pero nadie le conoce mejor que yo, y hasta el final no puedes descartarle nunca".

Y, posteriormente, lanzó su primer mensaje amenazante al actual líder del campeonato: "Pasito a pasito, cuando llegue el momento atacaremos".

Y lo peor es que Marc lo sabe: "Sé que Alex es capaz de todo. Ahora mismo es el principal rival para el título, pero mejor él que otro. De hecho hoy también estoy emocionado con el gran nivel que ha mostrado Álex, porque estaba pilotando de una manera súper fluida, súper fino y muy rápido y con un gran paso por curva".

Eso sí, el de Gresini sabe que para poder competir contra él tiene que aprender todavía una cosa muy importante: "A mi me falta saber ir cómodo en el borde de la línea que separa caerse de seguir en carrera, al límite de la caída, donde él va tan bien y es muy rápido. Yo tengo que mejorar eso".

Por último, Álex quiso quitarse presión y se despidió de la entrevista recalcando el clásico "ahora, a disfrutar el momento y a pensar ya en Austin".