El Mundial de MotoGP ha comenzado a lo grande para Ducati y Marc Márquez, después de que en las dos citas iniciales que ya se han disputado, en Tailandia y Argentina, el de Cervera arrasó sin problema alguno, demostrando que su llegada al Lenovo, bloque de fábrica de los de Borgo Panigale, se hizo con un único objetivo, el de volver a la cima tras cuatro años pasando penurias en Honda entre malas motos y lesiones, y sobre todo, uno en Gresini, donde con una moto más antigua (de 2023) que las de sus grandes rivales, Pecco Bagnaia y Jorge Martín, peleó hasta casi la última instancia.
Y precisamente sobre eso se ha pronunciado el jefe técnico ducatista, Gigi Dall'Igna, cuando le han preguntado por la moto que llevaba el 93 el curso pasado. Su desempeño en una GP23 fue muy superior a la de cualquiera de los otros pilotos que la llevaban, como su propio hermano, Álex Márquez, lo que podía hacer pensar que la montura no tenía nada que ver a la del resto.
Esto hacía sospechar sobre que era posible que le hubieran dado cierta ayuda desde la fábrica, pero el reputado ingeniero lo ha negado todo absolutamente. "Eso es completamente falso, y lo demostramos con Jorge Martín. Nosotros damos a nuestros pilotos exactamente la misma moto, y en el caso de las GP23 eran todas iguales". Con lo de Martín se refiere a que durante mucho tiempo hubo dudas de si iban a permitir a Jorge ser campeón o por el contrario iban a limitar su máquina para que Bagnaia se hiciera con el cetro en la estructura de fábrica, dejando el así la celebración en casa. Pero no fue así, y dieron a todos las mismas armas.
Si algo queda clara de Márquez es que con la GP23 tenía una moto mucho peor que a quienes llevaban la 24, y aún así era capaz de pelear de tu a tu con todos. De hecho, tan buena era la de Bagnaia o Martín que de cara a este año optaron por no tocar nada y elegir mantenerla casi tal cuál, es decir, que ahora con las misma moto Marc está arrasando. Y por parte del 63 ha desechado los pocos cambios que habían efectuado y a partir de Austin va a llevar exactamente la misma configuración con la que se quedó a las puertas de su tercer título.