La Fórmula 1 ha cambiado en las últimas semanas, y es que cuando arrancó el Mundial, parecía una quimera pensar en algo que no fuera un paseo militar de Max Verstappen, al estilo de lo que hizo en 2023; la pasada temporada incluso era más que frecuente que 'Checo' Pérez se quedara detrás de él. El dominio de ambos fue tal que la única victoria de la campaña que acabó en manos de un piloto diferente a los de Red Bull fue la de Singapur, en una exhibición de Carlos Sainz. Pero eso fue 2023 y ahora, en este primer tercio de 2024, y después de ocho carreras, se ha evaporado la superioridad y estamos ante el título más competido desde 2021.
El tricampeón sigue mandando con autoridad en la general, aguantando por su buen arranque, en el que solo cedió el triunfo en Australia tras un abandono, pero desde el Gran Premio de Miami todo ha cambiado. Las famosas mejoras de McLaren dieron un golpe sobre la mesa, y desde entonces los de Woking están ahí, en Miami Gardens triunfó Norris, y en Imola la victoria fue para Max, pero si la carrera hubiera durado un poco más, el británico hubiera repetido. Y en Mónaco, Ferrari. Charles Leclerc fue profeta en su tierra, pero eso sí fue un día muy malo para el neerlandés y peor aún para su compañero de garaje.
El sábado del de Hessalt fue nefasto, acabando sexto, y el domingo no lo pudo arreglar. De hecho, en la carrera se despachó contra el coche a lo grande: "El coche rebota como un canguro, y ese es el problema", para después añadir que parecía "un kart que corre sin suspensión". "No absorbe los golpes en los pianos". Una frustración que sumada a los cambios que atraviesan los austriacos, lleva a pensar que todo puede pasar en su futuro.
Jos Verstappen fue más allá que su hijo, remarcando que la época en la que Red Bull tenía el coche dominante parece "haber terminado" e instando a los mandamases a trabajar en lo importante. "Deberían volver a centrarse un poco más en las carreras y en la comunicación mutua, en lugar de en otras cosas". Para después explicar lo obvio, que habrá pruebas en las que Red Bull volverá a estar "en buena forma", pero siente "mucha curiosidad" por ver cómo van a solucionar esta sarta de inconvenientes, aunque tiene claro que "algo tiene que suceder". "Red Bull necesita averiguar de dónde viene este problema, porque está claro que equipos como Ferrari y McLaren se están acercando". Tampoco se olvidó del compañero de su vástago, cuyo desempeño tampoco ayuda. "Max todavía ha sido capaz de enmascararlo un poco, pero la gran diferencia con Checo Pérez es cada vez más obvia".