El Gran Premio de Brasil de Fórmula 1 fue sin duda uno de los más espectaculares de la temporada, ya aunque de por sí Interlagos siempre es especial, por su mística y la singularidad del trazado, este 2024 se le ha sumado la lluvia, que pese a ser un quebradero de cabeza logístico y para los pilotos y equipos, ha regalado emoción a raudales y un sinfín de historias de las que ahora días después seguimos hablando. Es cierto que nada es comparable a lo que hizo Max Verstappen, que logró una victoria que le deja a tiro de piedra del título mundial y que le reafirma como lo que es, uno de los mejores de la historia.
Pero mientras el de Red Bull surfeaba para pasar de la 17ª plaza de la que salió hasta la victoria final, banderas rojas y safety cars mediante, había pilotos que estaban sufriendo sobremanera, ya no para adelantar o para aguantar la posición, si no para mantenerse en el coche o peor aún, para seguir vivos. Este es el caso de Oliver Bearman, el rookie de Haas, que se subió en el coche de rebote por culpa de una indisposición de Magnussen y acabó en un marrón curioso.
Y el británico, que vivía su tercera carrera tras debutar con Ferrari en Jeddah y sustituir a Magnussen por sanción en Bakú, no lo pasó ni mucho menos bien. Era la primera vez que llevaba un Fórmula 1 en agua y le pesó. En un momento dado, cuando más fuerte era el agua exclamó por radio: "¿Cómo se nos permite correr así?, alguien sufrirá un choque fuerte", una queja que fue a más: "¡Tío, no puedo ver casi mi volante!". Su ingeniero de pista buscaba la forma de calmarle, pero no era capaz.
De hecho, según avanzaban las vueltas y la bandera roja no llegaba, empezó a rogar: "Vamos, habla con la FIA, por favor". La inexperiencia en algo así es un claro lastre, como vimos con Colapinto, que tampoco se había estrenado y lo pagó con varios choques. El otro casi ‘rookie’, Lawson, que ya disputó algún evento en 2023, tenía muy poca experiencia, pero algo más que los dos debutantes. De hecho, el propio Bearman llegó a temer por su integridad: "¡Esto es muy peligroso, estoy intentando no morir, oh, Dios mío. Aunque al final fue solo un mal momento, porque puedo llevar su Haas a meta en la 12ª plaza, y seguro que aprendió una lección que le puede venir muy bien en el futuro, en el que será desde 2025 piloto oficial de Haas.