El Gran Premio de Estados Unidos va a ser una prueba de fuego para Aston Martin, que traían un nuevo paquete de mejoras que serviría de prueba de cara a la próxima temporada. Pero el rendimiento del monoplaza no sólo no ha sido mejor, si no que ha caído en picado. En la sesión de la clasificación del pasado viernes la mejor posición la firmó Lance Stroll con un decimotercer puesto, que no es para tirar cohetes. Pero peor le fue a Fernando Alonso, que partía la carrera al sprint en la decimocuarta posición.
Lo malo es que la prueba de este sábado 19 de octubre no ha dejado mejores sensaciones. Alonso tuvo una mala salida, en la que perdió posición, y no tenía ritmo para intentar recuperarla. Ha pasado inadvertido durante toda la carrera y finalmente ha terminado en la decimoctava posición, demostrando que el Aston Martin no va a dar ningún salto de calidad en lo que resta de temporada, y sembrando dudas para el próximo año.
La escudería británica dejó las cosas claras a sus pilotos, asegurando que la prioridad es pensar en la próxima temporada, en la que contarán con Adrian Newey para mejorar su rendimiento en la parrilla. Por tanto lo que resta de campeonato no va a ser especialmente importante para ellos. La última baza que tenían eran las mejoras que han incorporado en este Gran Premio, pero no parecen ser suficientes.
Por esta razón, Fernando Alonso se queda sin vidas en esta partida, y tendrá que esperar a la nueva temporada para volver a disfrutar sobre los circuitos. El domingo tendrá la oportunidad definitiva para probar este nuevo paquete de piezas, que supuestamente serán clave en el diseño del nuevo año, pero las sensaciones no son buenas. De cara a las próximas carreras no se esperan mejoras, por lo que el asturiano tendrá que sacar su mejor rendimiento para finalizar el campeonato con el mejor resultado posible.
El asturiano no sólo se ha tenido que enfrentar a al flojo nivel del Aston Martin en esta carrera, también ha tenido un encontronazo a mitad de carrera. Ha sido un incidente con el recién llegado Liam Lawson, que ocupa el asiento que tenía Daniel Ricciardo en Alpha Tauri. El bicampeón intentaba escalar posiciones cuando se ha topado con una cerrada peligrosa del neozelandés. En radio ha mostrado su descontento, asegurando que "ese Alpha Tauri es un idiota" y dejando claro que no está cómodo en el monoplaza.