La Fórmula 1 es una competición totalmente dominada por Red Bull, bueno, más bien por Max Verstappen, pero más allá de los toros, solo hay un piloto que ha sido capaz de ganar una carrera en las dos últimas temporadas, el español Carlos Sainz, que lo hizo en Singapur 2023 y lo ha repetido hoy en Australia. El piloto de Ferrari fue operado de apendicitis en Arabia Saudí hace dos semanas, lo que le obligó a perderse la carrera de Jeddah, pero tras diez días brutales ha logrado recuperarse a tiempo y no solo estar, si no que ha sido el protagonista principal del fin de semana.
"Ha sido una buena carrera, me sentí muy bien, algo rígido, porque en lo físico no fue lo más fácil, pero me sentí bien y pude gestionar bien los neumáticos", así de frío valoró nada más bajarse del coche una victoria que le puso "muy contento", y no solo con su gran triunfo, si no que también por el equipo, ya que su compañero, Charles Leclerc fue segundo, completando el doblete de Ferrari. Y eso que en la escudería italiana le han dado la 'patada' bajándole del coche en 2025, aunque con actuaciones como la de hoy, no le van a faltar ofertas, y sobre todo, el va a seguir luchando. "Es una victoria que me sabe a gloria y que demuestra que nunca hay que darse por vencido".
Desde el principio vio que le podía "mantener" el ritmo a Verstappen, por lo que trató de sobrepasarlo y lo consiguió en la vuelta tres, pero además tuvo la 'suerte' de que el neerlandés sufriera una avería y tuviera que abandonar cuando le perseguía, pero aún así no cree que fuera un factor. "El perdió el coche en la vuelta tres y lo pude pasar, luego él tuvo problemas de frenos y se tuvo que retirar, pero después de la segunda vuelta ya sabía que hoy podía lograrlo". Eso sí, no le faltó el punto de fortuna que se necesita en un circuito como Albert Park. "El riesgo de que entrase un 'safety car' siempre estaba presente, pero por suerte fue una carrera limpia".
En los diez años que lleva en el 'Gran Circo', ha demostrado que es un piloto de domingos, y hoy aún más, ya que ha conseguido aguantar muy bien las ruedas durante las 58 vueltas. "Me dediqué a ir a mi ritmo protegiendo la rueda dura, he tenido que gestionar mucho el neumático, sí, porque no es ningún secreto que este fin de semana había mucho 'graining'", ha señalado el madrileño, que en todo momento lo controló bien, porque tenía "buen ritmo" y podía permitírselo. "Este fin de semana tenía muy buen ritmo y sabía que si guardaba neumático en ciertos sitios lo iba a proteger", lo que no intentó fue la vuelta rápida a final, demostrando que es un hombre de equipo y lanzando un mensaje a Ferrari. "Me preguntaban si iba a por la vuelta rápida y les dije que mejor no; porque las ruedas estaban bastante desgastadas y, además, la vuelta rápida ya la tenía Charles Leclerc".