Este es otro Carlos Sainz. Si en la primera carrera del Mundial de Fórmula 1 ya lo parecía, ahora directamente tenemos claro que si esperábamos un tono más agresivo y arriesgado del piloto español, ese ha aparecido con creces; eso sí, puede no ser del gusto de su actual equipo, Ferrari.
Con tres carreras disputadas –se perdió una por apendicitis–, suma un triunfo y dos terceros puestos; es decir, no se ha bajado del podio hasta la fecha. Además, tales resultados los ha conseguido a base de batir rivales en pista, incluyendo a su compañero en la escudería italiana, Charles Leclerc, a quien ha quitado las pegatinas en más de una ocasión con sus adelantamientos.
Llegados a este punto, estaba por ver si Sainz optaba por un tono más sosegado a partir de ahora o si por contra se mantenía con la mecha encendida. Pues bien, sólo hace falta escucharle un momento para entender que la primera opción está simplemente descartado.
"Creo que Red Bull va a tener ventaja en el primer tercio de la temporada hasta que traigamos una o dos mejoras que nos hagan luchar contra ellos de forma más consistente, pero para entonces quizá sea un poco tarde en el campeonato. Mientras tanto, ¡necesitamos más Australias! Lo que no veo es que Red Bull, como equipo, cometa esos errores muy a menudo, no. Una pena esa carrera que me perdí, que tanto para la escudería como para mí, podría ser costoso en el campeonato", analiza.
En cuanto a su rendimiento personal y a las opciones de incluso llegar a pelear por el campeonato, Sainz tiene claro que es muy difícil, pero no por ello deja de anunciar que al ser su último año con los de Maranello piensa ir con la cadena suelta.
"Estamos compitiendo con una carrera menos, pero al mismo tiempo, vamos a dar lo mejor de nosotros. También es mi último año en Ferrari, así que sí, no hay nada que perder, y lo intentaremos todo para remontar", sentencia comprometiendo a Ferrari, ya que el propio Charles Leclerc (ya renovado), lanzó un dardo a Sainz hace poco al recordarle que lo primero era pensar en el bien del equipo.
Carlos agradece los elogios por su buen comienzo de Mundial, pero no esconde que para que se esté viendo ese nivel de pilotaje ha sido clave que el coche también haya dado un importante paso al frente. Así lo explica.
"Hemos mejorado en todas partes, especialmente en el ritmo de carrera. También nos permite tener más flexibilidad estratégica, que el año pasado no teníamos. Me permite ir hacia delante en las carreras y, en lugar de mirar por los retrovisores todo el tiempo, compensar con la estrategia y luego adelantar a la gente, que es algo que la temporada pasada no estaba, así que estoy contento y me hace disfrutar más de las carreras", finaliza.