El Gran Premio de China fue la primera carrera al sprint de la temporada de Fórmula 1, pero tuvo de todo, en un fin de semana sumamente accidentado que corroboró el gran dominio de Max Verstappen, quien es sin lugar a dudas uno de los grandísimos deportistas de cualquier disciplina. Pero más allá del neerlandés, hubo una cosa que levantó del asiento al público español, y no precisamente por ser algo bueno. Se trata del toque que tuvieron en esta carrera corta del sábado Fernando Alonso y Carlos Sainz, la cuál acabó con el de Oviedo sufriendo una más que dura sanción, algo que ha hecho levantarse del asiento a Aston Martin, y luchar por sus derechos.
Ha sido la propia FIA quien ha anunciado que Aston Martin ha presentado hoy martes, más de una semana después del incidente una apelación contra la sanción impuesta al piloto español en el evento chino, tras el incidente con su compatriota ferrarista. Hay que poner en valor que el bicampeón mundial fue sancionado con diez segundos y tres puntos de la superlicencia por el toque que tuvo con Sainz en la prueba china, la quinta del Mundial.
Los comisarios convocaron a ambos pilotos para investigar el "toque" entre los vehículos de ambos, que se enzarzaron en una vistosa lucha por el tercer puesto en la vuelta número 16 de las 19 de la carrera reducida, aprovechada por el mexicano 'Checo' Pérez y su Red Bull, para adelantarles y conseguir finalmente esa posición. Según la FIA, Alonso provocó el contacto, que resultó en daños en el monoplaza de Sainz y también en un pinchazo en la rueda delantera derecha del asturiano que hizo que acabase por convertirse en el único piloto en abandonar la carrera, a dos vueltas del final. Aston Martin deberá defender esta apelación en una reunión telemática que se celebrará el viernes a primera hora
El problema son los puntos de la superlicencia, ya que si se acumulan 12 durante un año, esto puede conllevar una sanción. Pese a que el ovetense no sea ni mucho menos un piloto problemático, no es para nada halagüeño el hecho de ir sumando estas pequeñas mellas en el carnet, porque vista la poca manga ancha de los comisarios, en cualquier momento puede suceder cualquier cosa que acabe con otra llamada de atención y ya si se acercaría a ese límite, que le costaría estar un Gran Premio en el banquillo.