Francisco Salas3 min lecturaUno de los momentos más duros del motociclismo español en los últimos años tuvo lugar el día 2 de julio de 2023, cuando Carlos Tatay tuvo una caída importantísima en el circuito de Portimao, a más de 260 kilómetros por hora, en la que acabó chocando contra las protecciones y estrellándose, con tan mala suerte que quedó parapléjico. Desde entonces inició una guerra con muchos frentes abiertos; el primero, contra sí mismo para tratar de recuperarse; luego, una batalla económica para tratar de hacer frente al costoso tratamiento. Y luego una contra la lógica, para tratar de superarse y volver a competir en rallys, con un coche adaptado. Sin embargo, ahora ha sufrido un duro revés que le ha hecho estallar en redes sociales.
Y es que tras recibir la resolución de la misma a su incapacidad, el valenciano ha explicado con mucha vehemencia su disconformidad con lo decidido, ante lo que clama por un cambio. "La FIM quiere que me quede en un sofá",así de claro iniciaba su alegato, pues tras enviar toda la información de su accidente y de sus lesiones, con una lesión medular completa y por tanto una invalidez por la que reclama una indemnización del seguro de competición, ha recibido un correo electrónico de contestación en el que le indican que no tiene ninguna invalidez y le adjuntan un 'link' en el que aseguran que está compitiendo en rallys.
Al igual que pasó a la hora de pagar el tratamiento, cuando lo abandonaron y tuvo que usar capital privado tras una brutal campaña de sensibilización, Tatay se ha mostrado muy crítico en su comentario tanto con la Federación Valenciana, como con la Española y con la internacional, a las que califica de "sinvergüenzas" y destaca el "maltrato a los pilotos" que se juegan la vida pensando que están "federados y asegurados y es una basura".
Pero esto no acaba aquí, porque el expiloto concluye asegurando que continuará peleando por sus derechos, mientras se sube a su silla de ruedas. Y es que hasta ahora lo mucho que ha logrado ha sido solo y poco a poco va consiguiendo más y más repercusión, en pro de ayudar a mucha gente en su situación, y sobre todo a defenderse de algo como lo que le pasó.
Y es que esto es una muestra más de lo desprotegidos que están los pilotos, que se juegan la vida a más de 300 por hora y cuando de verdad suceden desgracias se encuentran solos.