Está siendo un año complicado para la Fórmula 1. Primero, se conoció que el Gran Premio de China no podía disputarse por los efectos que el COVID-19 tenían en el país asiático. Más adelante, un terrible temporal supuso que se suspendiera la cita de Imola. Las lluvias torrenciales y la crecida del río azotaron a Emilia Romagna, con fallecidos y heridos. La ciudad fue evacuada y, lógicamente, no se celebró la cita deportiva. Ahora, en junio, tiene lugar el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1 y este peligra por otro desastre natural.
Se están sucediendo una serie de incendios forestales que asolan a la provincia de Quebec y que incluyen a la ciudad de Montreal y el circuito Gilles Villeneuve. En la actualidad se contabilizan como 154 los incendios activos en la provincia. Es cierto que el fuego no es visible por el momento en Montreal, pero la calidad del aire en la región ha recibido un enorme impacto. Se estima que la población autóctona inhala una cantidad de sustancias nocivas en 24 hora que corresponden a 6 cigarrillos. Es más, las autoridades han etiquetado lo que está ocurriendo en Canadá como de “Alto riesgo” y están aconsejando evitar permanecer fuera por demasiado tiempo.
Las imágenes que comparte Reuters son impactantes. La agencia especifica que Canadá “está en camino de enfrentar su peor año de destrucción por incendios forestales” y que estos están “ardiendo en casi todas las provincias y territorios canadienses”. Además, los funcionarios del gobierno federal han dicho que “su modelo muestra un mayor riesgo de incendios forestales en la mayor parte de Canadá hasta agosto”. La brigada regional de bomberos ha anunciado que 113 de los 152 incendios forestales ya no se pueden controlar. “En los últimos 20 años, nunca habíamos visto un área tan grande quemada tan temprano en la temporada”, son palabras recogidas por la mencionada agencia del investigador de Recursos Naturales de Canadá Yan Boulanger. “En parte, debido al cambio climático, estamos viendo tendencias hacia el aumento del área quemada en todo Canadá”, continúa. El pasado domingo, unas 3’3 millones de hectáreas habían sido quemadas, eso supone 13 veces el promedio de 10 años.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau ha catalogado la situación como una “sin precedentes” y aseguró que esta podría ser más grave “a lo largo del verano”. Tal y como explica El País, ya hay más de 11.000 personas que han sido evacuadas y, aunque en los últimos días las lluvias han hecho que la situación haya mejorado levemente en Nueva Escocia, “los bomberos no logran controlar el incendio del condado de Shelburne”, que es el más extenso.
Queda una semana y media para la fecha fijada, el GP de Canadá está previsto para el próximo fin de semana del 16 al 18 de junio y la situación es preocupante. De momento, la organización de la competencia no ha dicho nada al respecto así que habrá que esperar. No obstante, las predicciones sobre la climatología indican que la cantidad de incendios forestales van en aumento.