El piloto español de
Fórmula Uno Carlos Sainz (
Toro Rosso) aseguró hoy, a una semana de que comience la temporada 2017, que para que termine una carrera en el podio tendrán que pasar "muchísimas cosas" y que su objetivo seguirá siendo luchar por los puntos en cada prueba.
"Mi objetivo va a ser entrar en la
Q3 (última ronda de clasificación con los diez primeros) y luchar por los puntos en la carrera. De ahí a que llegue un podio tienen que pasar muchas cosas... En ritmo es prácticamente imposible meterse con los primeros, así que para que haya un podio creo que se van a tener que juntar muchísimas cosas", explicó este viernes en una rueda de prensa en el
Circuito del Jarama de
Madrid.
No obstante, el piloto madrileño recordó que si "pasan cosas" en carreras concretas y si el piloto "tiene el día", puede ocurrir que acabe en puestos superiores a los esperados.
"El coche, de momento, me da la sensación de que es un coche para luchar por cosas parecidas a las del año pasado, a la primera mitad del año pasado. En la segunda no había coche para luchar por los puntos, aunque en algunas carreras lo salvamos", añadió
Sainz.
A nivel personal afronta su tercera temporada "menos tenso" aunque "con más ilusión" y "unas ganas tremendas", en un año que espera terminar sintiéndose "igual de bien o mejor" de como terminó la pasada temporada.
"Si sentirme igual o mejor que en 2016 pasa por hacer más octavos y novenos puestos no lo sé, dependerá del coche. En la Fórmula Uno, si no pasa nada, mi objetivo es acabar octavo, porque no se puede hacer más. Quiero mirar atrás al final de 2017 sabiendo que todas las veces que pude acabar octavo las acabé, un año positivo para mí sería eso", explicó.
Sainz no quiere ver esta temporada como un trampolín a un coche con opciones de título. "No me lo planteo de ese modo, me lo planteo como que tengo posibilidad de correr por tercer año en la
Fórmula Uno, con un coche que espero sea competitivo y con ganas de hacerlo bien increíbles", respondió al respecto.
"Hablaré de 2018 cuando acabe 2017. Ahora mismo, sin hacer la primera carrera, eso de que este año tiene que ser el año para dar el salto para mí no sirve, porque es quitar energía de un sitio para ponerla en otro. Toda mi energía está focalizada en
Melbourne, luego en China, Baréin. Carrera a carrera, como diría el '
Cholo'
Simeone, y veremos donde estaremos", zanjó.
El piloto madrileño se ve con "potencial de mejora" en todos los aspectos, desde las clasificaciones a las salidas en la carrera. "Creo que tengo que entrenarlo y mejorarlo todo, igual que también creo que no me veo puntos flacos grandes, y eso me deja bastante contento", añadió.
Respecto al coche que pilotará esta temporada, el
STR12 de
Toro Rosso con el regreso al motor
Renault,
Sainz explicó que ha sido "un invierno difícil" por los problemas de fiabilidad en las primeras pruebas de pretemporada, aunque en los segundos la factoría francesa dio "un paso adelante".
"Tuvimos que comprimir el programa de ocho días en cuatro, y al final el último día la cosa mejoró bastante. Gracias a ese día podemos ir a
Melbourne un poco más confiados y tranquilos. Sin ese último día pensaríamos que nos estaba pillando el toro", comentó.
Sainz confía en que están "trabajando bien" a nivel mecánico, aunque eso no quita que en el
Gran Premio de Australia no puedan tener problemas, y espera que sea una temporada "de evolución".
"Ojalá se parezca esta temporada a una temporada de evolución, no con respecto a los grandes que traerán siete cosas nuevas por carrera, sino respecto a los equipos de la mitad, con los que queremos luchar por el quinto puesto de Constructores", explicó
"Gracias a la evolución de
Renault y el buen trabajo de aerodinámica y chasis de
Toro Rosso, confío en hacer un año de menos a más en lugar de uno de más a menos. Ojalá sea así y lo que veamos en Australia sea peor que lo que veamos en
Abu Dabi", continúo Sainz en referencia a su mala segunda mitad de temporada, marcada por el motor Ferrari sin evolucionar que llevaba.
Sainz compareció ante los medios para presentar la segunda edición del programa para aficionados 'Vive la grada', que ofrece entradas para vivir el
Gran Premio de
España en el
Circuito de Montmeló, durante el cual los usuarios pueden pasar un rato con el piloto de Toro Rosso. Tras el éxito del año pasado, en el que se vendieron 1.500 localidades, este año se aumentará a 2.500.