París 2024

El verdadero triunfo de los Juegos

Estos Juegos Olímpicos están dejando grandes demostraciones de respeto y admiración entre los deportistas que compiten por coronarse en la competición más prestigiosa

El verdadero triunfo de los Juegos
Rebeca Andrade en el podio olímpico - Cordon press
Marta SánchezMarta Sánchez 3 min lectura

Los Juegos Olímpicos son el mayor evento deportivo a nivel mundial. No solo porque se reúna en una misma ciudad los mejores atletas de todos los países y se realicen de forma consecutiva competiciones de múltiples disciplinas, sino por todo lo que implican y lo que transmiten al público. Esta competición es la máxima expresión de los valores del deporte. Respeto, admiración, lucha, esfuerzo y sacrificio son algunos de las cualidades que se pueden apreciar en esta edición de París 2024

He Bing Jiao se acuerda de Carolina Marín en el podio

Una terrible lesión cuando estaba a punto de ganar el partido de semifinales impidió a Carolina Marín continuar en los Juegos y poder luchar por las medallas. Su rival en ese fatídico encuentro, He Bing Jiao quiso rendirle homenaje en el podio tras colgarse la plata olímpica. La china mostró un pin con la bandera de España como símbolo de apoyo a la badmintonista onubense.

Simone Biles se rinde ante su rival en estos Juegos Olímpicos

La gimnasta estadounidense está acostumbrada a ocupar la primera posición del podio, mientras que Rebeca Andrade siempre se tiene que conformar con los escalones más bajos ya que no hay quien le plante cara a Biles. Sin embargo, en estos Juegos de París la brasileña ha tenido su gran oportunidad. En la final de suelo de gimnasia artística, Andrade firmó una actuación impecable que la colocaba en la primera plaza, un lugar del que sólo la podía mover la considerada como la mejor gimnasta del mundo.

Sin embargo, Biles falló en su ejercicio y la brasileña por fin se proclamaba campeona. La estadounidense quiso reconocer a su rival y junto con su compatriota, Jordan Chiles, le rindieron un bonito homenaje, arrodillándose ante ella para destacar y acompañar con los brazos su subida al máximo escalón.

El apoyo a Armand Duplantis en su récord del mundo

La leyenda sueca, Mondo Duplantis, se acababa de proclamar campeón olímpico, pero para aumentar su historia decidió competir contra sí mismo. El atleta quería retarse para ver hasta dónde era capaz de llegar. Saltó 6,15 metros y aún así se quedó con ganas de más. El deportista quería batir su propio récord y decidió saltar 6,25 metros. Mientras tanto el subcampeón olímpico en salto de pértiga, el estadounidense Sam Kendricks, no paraba de animarle en su reto. Lejos de retirarse después de acabar su actuación, estuvo al lado de su rival para pedir aplausos para él en su desafío. Finalmente, el sueco lo consiguió y estableció una nueva marca mundial, algo que Kendricks celebró sin dudarlo.