En esta edición de los Juegos Olímpicos de 2024 la polémica es una invitada más en París. Desde la ceremonia de inauguración, que se celebró el 26 de julio, no han dejado de sucederse diferentes escándalos de los que todo el mundo habla. Tanto la natación por el Sena, en dudosas condiciones de salubridad, como las decisiones de algunos jueces. Pero uno de los temas con más controversia está siendo el boxeo, especialmente la deportista intersexual Imane Khelif. Ahora, la argelina está en la final, al igual que Lin Yu-ting en su respectiva categoría, algo que ha desatado aún más la polémica.
Desde el combate con la italiana Angela Carini, la participación de Imane Khelif fue puesta en duda. En la modalidad de 66kg la argelina está dominando todos sus duelos, pero contra la italiana fue una superioridad aplastante. Tanto que el combate sólo duró 46 segundos, hasta que Carini decidió retirarse totalmente ko. Al finalizar el encuentro afirmó ante los medios que nunca la habían golpeado así y que no era justo. A partir de este momento comenzó el escándalo, en el que los aficionados comenzaron a valorar si es equitativa su participación.
Por otra parte, el caso de Lin Yu-ting es similar, aunque no tan mediático. La boxeadora intersexual también ha llegado a la final de boxeo, en su caso en la modalidad de peso pluma, tras superar a la turca Yildiz. La taiwanesa, que tiene un amplio palmarés como un subcampeonato mundial y diploma en Tokio 2021, también se despedirá de París con una de las dos preseas más valiosas, algo que ha removido aún más la polémica que ya se había generado con Khelif. Especialmente cuando su rival hizo una X al público como símbolo de protesta.
La Asociación Internacional de Boxeo ya vetó y descalificó a estas atletas, a las que prohibía estar presentes en diferentes competiciones debido al alto nivel de testosterona y cromosomas con composición Y, propios de la genética masculina. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional, que está en conflicto con la AIB por sus vínculos con Rusia, no obedece sus motivos y ha permitido participar a estas dos atletas. Además, defienden que su género es femenino, nacidas y criadas como mujeres.
La boxeadora argelina, que ha llegado a ser acusada de ser un atleta transexual y ha recibido muchas críticas, no se ha querido pronunciar sobre este asunto, y le sirve con demostrar su boxeo en el ring. Mientras que la taiwanesa no está siendo el foco principal del escándalo, por lo que no recibe tantos ataques. Pero esto no hace que deje de ser uno de los temas más comentados. Hay algunos que defienden su participación asegurando que su género no tiene nada que ver con el deporte mientras que otros aseguran que no es una competición justa contra mujeres.